La espeluznante saga del "Doctor Abuso" Gustavo Rivas, que tiene como escenario la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, continúa engrosando su lista de testimonios. Ahora una cuarta víctima sumó su declaración, bajo identidad reservada, ante la fiscal de la causa Martina Cedrés.
Más testimonios se suman a las acusaciones contra Rivas.
El hombre, hoy de 40 años, se refirió a hechos ocurridos en 1990. Relató que entonces concurrió a la casa de Rivas junto a varios de sus compañeros de una escuela céntrica de la ciudad.
Según sus dichos, no lllegó a ser víctima directa de corrupción de menores, pero varios de sus amigos fueron "elegidos" para ingresar junto al acusado a su habitación y recibieron dinero a cambio de sexo.
"Es un proceso difícil"
En ese sentido, el periodista Daniel Enz, autor de la investigación que desató la causa, describió en diálogo con TN que Rivas planteaba las situaciones de abuso "como un juego que iba a ser divertido".
Rivas les prometía regalos y dinero a sus víctimas.
"Les decía a las víctimas que verían películas que no podían ver en ningún lado, y que podrían comer y beber lo que quisieran", agregó. "También les prometía que les prestaría el auto e incluso les daba plata".
Para Enz, muchos de esos jóvenes, hoy adultos, aún no se animan a confesar los abusos de los cuales fueron víctimas. "Hay mucha gente conocida de clase media o alta que nunca habló con su familia de este tema, quizás por vergüenza. Es un proceso difícil para ellos", señala.
Tranquilo y desafiante
Rivas, por su parte, fue fotografiado hoy por el diario El Argentino paseando despreocupadamente por las calles del centro de Gualeguaychu.
Rivas fue retratado caminando por el centro de Gualeguaychú.
Con una gorra con visera y anteojos de sol, quizás para evitar ser reconocido, se lo pudo ver observando constantemente la pantalla de su celular.