16 Diciembre de 2024 12:20
La ciudad de Concepción, en el sur de Tucumán, se encuentra sumida en el dolor y la conmoción tras el brutal femicidio de Karen Rodríguez, una joven de 22 años que había desaparecido el pasado lunes 9 de diciembre. Su cuerpo fue hallado cinco días después, enterrado en el fondo de la casa de su tío. El hallazgo lo hizo Mario, su propio padre, quien con sus manos desenterró la escalofriante y desgarradora verdad: Karen había sido asesinada.
La búsqueda había comenzado con una promesa. "Pa, ya vuelvo", le dijo Karen esa noche al salir de su casa, sin saber que esas serían las últimas palabras que su padre escucharía de ella. Cuando los mensajes de WhatsApp no eran respondidos y las horas se transformaron en días, Mario entendió que algo terrible había sucedido. Mientras la Policía iniciaba los procedimientos formales, él, desesperado, comenzó a buscarla por sus propios medios.
El sábado, un mensaje de texto anónimo le dio una pista crucial: Karen había sido vista entrando a la casa de su tío, en el barrio Cristo Rey. Fue por esta razón que Mario decidió ir al lugar. Encontró la casa vacía, pero un detalle en el patio llamó su atención: una chapa cubría tierra removida. "Era una fosa. Comencé a cavar con mis manos. Ahí estaba Karen. No dudé en reconocerla", le relató con voz quebrada al diario La Gaceta. "El lunes a las 23 llegó del centro, tomó una campera y me dijo: 'Pa, ya vuelvo'. No volvió a dormir y eso me preocupó. Entonces comencé a enviarle mensajes por WhatsApp que no eran tildados como recibidos. Nunca me contestó", detalló.
El hallazgo del cuerpo de Karen sacudió al barrio Cristo Rey, ubicado a la vera de la Ruta Nacional 1V38. Vecinos ya habían reportado un olor nauseabundo proveniente de la casa, pero nadie imaginó la tragedia que allí se ocultaba. Personal de la División Científica y de Investigación del Ministerio Fiscal llegó para realizar las pericias, confirmando que el cuerpo pertenecía a la joven desaparecida. "En el fondo observé una chapa que estaba sobre una tierra removida. Era una fosa. Entonces comencé desesperado a abrirla con mis manos. Ahí estaba Karen. No dudé en reconocerla", explicó Mario, totalmente quebrado tras el asesinado de su hija.
Las sospechas recayeron inmediatamente sobre el tío de Karen, identificado como M.B., de 34 años. Según las primeras investigaciones, no solo habría asesinado a su sobrina, sino que intentó ocultar el crimen huyendo de la ciudad. Horas después del hallazgo, fue detenido en la terminal de ómnibus de La Rioja, tras tomar un micro de larga distancia. Esta persona tendría pedido de captura por un supuesto hecho de femicidio y robo. Por lo que mediante tareas de inteligencia y análisis de material fílmico se logra la aprehensión del mismo, en las instalaciones de la terminal de ómnibus", informaron desde la Policía de La Rioja.
Karen, quien cursaba el último año del secundario, soñaba con convertirse en enfermera. "Solo le faltaban rendir unas materias. Era una gran amiga, siempre solidaria. Desde que desapareció, no paramos de buscarla. Este final nos llena de angustia", contó una de sus amigas. El dolor también se mezcla con la indignación en la familia de la joven. Mario, su padre, sospecha que su cuñada, la ex pareja del principal acusado, pudo haber sido cómplice. "En todo momento desvió mis sospechas sobre él. Me decía que ahí no había nada. No puedo creer que mi propia familia esté involucrada en esto", declaró entre lágrimas.
El femicidio de Karen no solo devastó a su familia y amigos, sino que dejó a toda una comunidad en estado de shock. En Concepción, una ciudad que ya carga con el peso de varios casos de violencia de género, este crimen brutal reaviva la urgencia de exigir justicia y protección para las mujeres. En el rostro de Mario, desfigurado por el dolor, se refleja el clamor de una sociedad que grita "Ni Una Menos" mientras despide a Karen. Su asesinato es un recordatorio desgarrador de una problemática que no da tregua.