02 Abril de 2016 13:25
Avenida Juan B. Justo y El Salvador, Palermo. Lunes 14, tres de la tarde. Dos jóvenes con casco y en moto dan vueltas de manzana y miran hacia los costados. Van y vienen por la avenida, de una mano y de la otra. El que está sentado atrás mira sin disimulo. Hasta que se presenta la oportunidad: le manotea el celular un iPhone a un joven que va sentado en el asiento de acompañante de un Audi. Andan a la vista de todos, como tiburones hambrientos que deambulan en busca de su presa. Los motochorros parecen estar a la cabeza de los delincuentes que más provecho le sacan al ritmo callejero diario.
Uno de los casos más recientes pudo ser captado por una cámara en Gorriti y Arévalo, Palermo, donde un turista se defendió a los golpes de dos motochorros que quisieron arrebatarle la mochila.
"Me asaltaron en Honduras y Bonpland. El motochorro se subió a la vereda, me sacó el bolso y me tiró contra la pared. Cuando fui a hacer la denuncia a la comisaría me encontré con más casos", revela a BigBang Javier, un vecino de Palermo que fue asaltado la semana pasada.
Otra víctima
Florencia González vive a dos cuadras de Plaza Armenia y fue víctima de motochorros en dos oportunidades. "En la primera esperaba el colectivo a una cuadra de Paseo Alcorta. Estaba distraida, era de noche, pasó una moto y me manotearon el celular. No la pasé tan mal como en la segunda. La semana pasada caminaba por Plaza Armenia a las 10 de la mañana cuando un motochorro se me tiró encima. Me quiso robar la mochila, pero me resistí. Se terminó llevando sólo el celular. A mí me quedaron raspones y moretones. Fue horrible". González se sumó a la ola de denuncias que los vecinos hicieron a la Policía.
"Muchos casos ocurren en Palermo porque es un barrio donde circulan personas con poder adquisitivo. Además hay muchos negocios. El motochorro lo usa como coto de caza por esos motivos", dijo una fuente de la División Robos y Hurtos Policía Federal.
Un delito que no para
Usan GPS, conocen las calles porteñas casi tanto como un taxista y practican con sus motos para lograr cada vez más destreza. Actúan en todo momento y dan el golpe cuando nadie lo espera. Los motochorros están de moda. Hasta los famosos los sufren y andan con cuidado por las calles. ¿Cómo es por dentro el mundo de estos delincuentes que no tienen códigos? BigBang lo cuenta en esta nota.
La ola de arrebatos no para de crecer.
Catherine Fulop, Laura Fidalgo, Nito Artaza, Diego Peretti, Viviana Canosa y Ana María Picchio, entre otros famosos, fueron asaltados por motochorros. La mayoría de los casos ocurrieron en Palermo. Los empresarios también fueron víctimas de estos delincuentes: entre ellos puede mencionarse a Daniel Vila y a Walter Steiner, presidente de Zanella. Otro caso resonante ocurrió con el custodio del ex gobernador Carlos Ruckauf, que mató a un motochorro que quiso asaltar al político a la salida de un banco en Palermo.
Ruckauf recibió un culatazo en la cabeza. (Foto: DyN).
Gastón Aguirre, el motochorro que se hizo famoso y cuyo video fue visto por 7 millones.
“Es un delito que está en auge porque la moto garantiza facilidad en la fuga y versatilidad para moverse por las calles”, dice una fuente policial. Plantea que es un mito que existan bandas organizadas de motochorros que trabajen para la Policía. “Muchos de estos ladrones son improvidados”, dijo. Este delito no es nuevo, pero la terminología “motochorro” surgió en 2007. ¿Cómo actúan?
El ABC del motochorro
La moto garantiza una fuga inmediata y sin complicaciones porque pueden ir a contramano o meterse entre autos y camiones.
En estos robos suele actuar un entregador que vende datos de personas que están por cobrar importantes sumas de dinero.
Los ladrones venden los objetos robados en la zona negra. Desde celulares, relojes y joyas.
Actúan con frecuencia policial para saber los movimientos de la Policía.
En algunas zonas se mueven con zona liberada. Entregan una parte del botín a los uniformados corruptos.
Dos motochorros detenidos cuando intentaban robar un bolso con dinero.
“Practican nuevas maniobras con la moto. La moto es casi como un arma. Andan armados pero siempre evitan disparar”, dice una fuente policial. También compran armas en el mercado negro y chalecos antibala que pertenecieron a policías retirados.
“La moto es casi como un arma
Videos de motochorros
Los motochorros no son sólo un patrimonio argentino. En otros países latinoamericanos también cometen golpes. Pero este video demuestra que no siempre se salen con la suya.
El video de una cinematográfica persecución:
Los motochorros que robaron en 2014 al periodista Marcelo Longobardi en Barrio Parque.
Las imágenes de la cámara de seguridad registraron al motochorro.
No todos los casos terminan impunes. En Rafael Castillo, los vecinos intentaron linchar a un motochorro.
Otro motochorro muerto
El año pasado, un motochorro fue acribillado en Palermo por un custodio. Había intentado robar con un cómplice el dinero a dos empleados de una empresa constructora. Mientras se sigue esperando por una ley contra los motochorros (prevía entrega de chalecos para distinguir a los que usan la moto para trabajar de los que la usan para robar), el de las salideras es un delito que no para.