Fue un instante. Una nena de apenas tres años se desplomó en brazos de su madre, en plena vía pública, sin poder respirar. Todo ocurrió a metros del Planetario, en la intersección de las avenidas Sarmiento y Casares, en el barrio porteño de Palermo. Era un día más de paseo, de juegos, de sol. Pero el destino dio un giro abrupto, angustiante. La desesperación de una madre, el temblor de una niña que convulsionaba y el reloj que avanzaba sin piedad.
En ese momento crucial, la diferencia entre la tragedia y la vida la marcó un pequeño tótem: un Punto Seguro. La mujer no dudó. Corrió hacia el tótem de seguridad, pulsó el botón de alerta y rogó ayuda a través del intercomunicador. "Mi hija... no sé qué le pasa. No respira", se la escucha decir, ahogada por el miedo, en la grabación que luego se haría pública. En cuestión de segundos, la Policía de la Ciudad respondió. El operador del 911 le pidió que no cortara, que ya se había activado el operativo. Y fue así. Un cuatriciclo que patrullaba a solo 100 metros se acercó a toda velocidad. Al llegar, el oficial Lucas López tomó el control de la escena y pidió refuerzos.
Mientras el pequeño cuerpo seguía sin reaccionar, se armó un cordón sanitario. Llegaron más efectivos: Melody Madrid en el móvil, Iván Segovia y Facundo Villanueva Servian en motos. La División Motorizada de la Comisaría Comunal 14C se movió con precisión quirúrgica. No había margen de error. La trasladaron al Hospital Fernández en tiempo récord. Allí, los médicos lograron estabilizar a la menor. El diagnóstico: síndrome convulsivo. Aún permanece en observación, fuera de peligro, gracias a una cadena de respuestas que no falló. "En una emergencia, cada segundo cuenta", destacó el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Y agregó, al visitar la División 911 Emergencias de Barracas: "Que el 911 responda en menos de cinco segundos y que un móvil llegue en menos de cinco minutos habla de un sistema que funciona" Hoy, esa madre abraza a su hija con fuerza. Sabe que estuvo al borde. Sabe que pudo haber sido distinto. Que, de no haber existido ese Punto Seguro, quizás el final habría sido otro. Ya son más de 300 los tótems instalados en puntos estratégicos de la Ciudad. Están diseñados para actuar frente a robos, accidentes, emergencias médicas o hechos de violencia. Al pulsar el botón, se dispara una alerta directa al 911.
La cámara comienza a grabar imágenes y audio, que pueden servir incluso como prueba en una causa judicial. Además, la Ciudad utiliza los datos para confeccionar un mapa del delito y mejorar la prevención. "Estos dispositivos no reemplazan a la policía, pero la potencian. Son una herramienta vital que, en este caso, salvó una vida", sostuvo Horacio Giménez, ministro de Seguridad porteño. El caso conmocionó a vecinos y testigos. Un comerciante de la zona relató: "Vi a la madre gritar desesperada, fue horrible. En un minuto estaba rodeada de policías. No lo podíamos creer. Después supimos que la nena está bien y todos nos emocionamos".
Una historia que pudo ser una tragedia, pero no lo fue. Porque hubo una madre que supo pedir ayuda, una tecnología al servicio de la vida y una fuerza de seguridad que actuó como debía. Una historia con final feliz. Una vida que sigue.