Mientras la indignación, el dolor y las dudas aún no se disiparon, el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, lamentó hoy la muerte del taxista secuestrado y asesinado por sus captores el jueves y destacó que fue "inusual" que el encargado de cobrar el rescate perpetre un "arrebato" contra los pagadores.
Alberto Sarubbi, muerto mientras se intentaba pagar el rescate.
"El personal antisecuestro nunca quiso este resultado", expresó Roncaglia respecto de la muerte del taxista Alberto Sarubbi y explicó en declaraciones a radio La Red que "ocurrieron circunstancias extraordinarias".
El jefe policial afirmó que cuando los agentes federales vigilaban el momento del pago del rescate por parte de los hijos del taxista "ocurrió algo inusual, el próximo paso era que le dijeran dónde dejar la bolsa con dinero, no ese arrebato".
El hombre recibió cuatro tiros por la espalda.
El arrebato, expresó, "salió del esquema de lo que ellos acostumbran a ver" en los casos de secuestros, sostuvo en alusión a los cuatro efectivos que fueron detenidos y luego liberados por su accionar durante el hecho.
Los hechos desgraciados
"Ante la denuncia se tomó conocimiento por un llamado telefónico que estaba ocurriendo esto, el personal antisecuestro se contactó con los dos hermanos, los dos hijos del taxista, que ya venían negociando el pago del rescate", contó.
"Cuando los secuestradores le dicen que vayan a provincia, ahí hacen un contacto y se le da intervención a Antisecuestro y se le informa al fiscal federal Carlos Stornelli".
"El fiscal, a través del secretario, dispone que se los acompañe y les dijeron que el protocolo es evitar el corte del pago, salvo circunstancias extraordinarias o esté en riesgo la vida de la persona secuestrada", explicó el jefe policial.
Roncaglia destacó que "acá hubo circunstancias extraordinarias" y dijo que "la evaluación que hace y define es el personal policial que está en el lugar mirando la situación de crisis. Si hubiera estado el fiscal presente en el lugar, resuelve el fiscal".
El jefe policial sostuvo que los secuestradores "los hacen ir a la calle Crovara al 5600, de repente se detiene el auto y ven un chico que viene corriendo, se mete dentro del auto a través de la ventanilla y empieza a despojarlos de todas las cosas".
Al defender a las policías, que fueron demorados por orden de Stornelli porque no le respondían sus llamados telefónicos, dijo que "sintieron que estaba en riesgo la vida de los chicos", e insistió con que "era algo inusual, salía del esquema de lo que ellos vienen viendo. Era un forcejeo, ellos vieron que estaba en riesgo la vida de estos dos chicos, le sacan los anillos, el teléfono".
El funcionario manifestó que "hay que evaluar las circunstancias especiales en una situación de crisis. Hay que tener en cuenta esa situación para resolver, hay que estar ahí. Ellos fueron a hacer las cosas bien y pasó esta situación. Actuaron ante esta situación sumamente extraña para el contexto de este delito", afirmó.