El martes a la madrugada, una vivienda de la ciudad de Rosario fue atacada a balazos por una banda de narcotraficantes que buscaba usurpar la casa para armar un búnker de venta de drogas.
Ante la terrible balacera, una de las hijas de la familia fue herida en la cabeza, y aunque rápidamente la trasladaron hacia el hospital, la niña de 5 años perdió la vida en la guardia.
Maite Ponce fue asesinada de un disparo en su cara.
Según reveló Damaris, la mamá de la nena fallecida, cerca de las 2 de la mañana del martes se despertó asustada cuando escuchó disparos. Inmediatamente se tiró al piso para resguardarse, y como sus hijas estaban dormidas, las dejó acostadas en el sillón del living.
Sin embargo, cuando giró para ver cómo estaban las nenas, se dio cuenta que Maite Ponce, de sólo cinco años, había sido baleada en la cara. A pesar de que la niña fue trasladada rápidamente hacia el Hospital Alberdi, cuando llegó al centro de salud su estado ya era crítico, y debió ser llevada de urgencia al Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
Sin embargo, tras pasar una noche internada, en la mañana del miércoles la directora del lugar reveló que la niña había fallecido porque su condición era "sumamente grave".
En su relato, la madre de la niña contó que su hija se había quedado dormida minutos antes del ataque, ya que se había ido "a lo de la madrina". "Como lloraba, me la trajo, así que la hice dormir y la acosté en el sillón de mi casa junto a la hermanita de un año”, contó angustiada.
La niña dormía en su casa cuando fue atacada a balazos por un grupo de narcotraficantes.
Sobre esto, también reveló que una hora antes de la balacera ella ya había escuchado disparos por la zona, y que el día anterior los narcos ya habían atacado otra vivienda ubicada a una cuadra de allí.
La mamá de la nena denunció que las bandas balean las casas para después usurparlas.
Finalmente, denunció en diálogo con Cadena 3 que en el barrio hay mucha "connivencia policial", ya que los narcotraficantes atacan las viviendas del lugar para luego usurparlas y convertirlas en búnkers.
"Donde hay una esquina, un pasillo o lo que fuese que les conviene, que tenga lugar, ellos se tirotean hasta que salgas para después ocupar la casa y poner un búnker de drogas. La policía arregla todo. Cuando se tirotean las bandas, la zona está liberada", cerró.