Jorge Gómez, trabajador de un taller de relojes de taxis, falleció luego de que un policía de la Ciudad le pegara una patada en el pecho provocándole una caída fatal. Ahora la Justicia investiga al efectivo, acusado inicialmente de homicidio culposo y luego, ante los resultados de la autopsia, de homicidio preterintencional.
Sin amenaza previa
El hecho comenzó cuando las fuerzas de seguridad fueron alertadas acerca de la presencia de un hombre que amenazaba a peatones y automovilistas con un arma blanca. De acuerdo al relato policial, Gómez no hizo caso de la voz de alto y se dirigió hacia los policías blandiendo un cuchillo de cocina.
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Sin embargo, en el video de cámaras de seguridad que registró el hecho parece advertirse que la víctima tiene las manos detrás de la espalda y que ninguno de los otros efectivos que se acercaron trataron de reanimarlo.
Entre los policías que llegaron al lugar se encontraba el inspector Esteban Ramírez, quien le pegó a Gómez una patada frontal entre el estómago y el pecho sin que mediara ningún tipo de amenaza o movimiento sospechoso. El hombre cayó de espaldas al suelo y quedó tendido inmóvil.
Homicidio culposo
Una ambulancia del SAME acudió al lugar y constató que Gómez aún estaba con vida. A pesar de ser trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, falleció en la guardia. Ramírez, mientras tanto, fue detenido e imputado primero de homicidio culposo y luego -ante los resultados de la autopsia- de homicidio preterintencional.Paralelamente, desde el ministerio de Justicia y Seguridad se informó inicialmente que esperaban el el resultado de la autopsia para determinar si la muerte de Gómez fue producto de la patada "del golpe contra el suelo o de alguna sustancia que previamente hubiera ingerido". Luego del mediodía, finalmente, se determinó que la causa del fallecimiento fue una fractura de cráneo.