29 Abril de 2016 09:11
Todo empezó con una yegua. Los jueces Rodolfo Bustamante, Luis Guillamondegui y Jorge Álvarez Morales condenaron a 12 años de prisión a Carlos Segura (59) acusado de asesinar a balazos a Pedro y Juan Pinto, ambos padre e hijo, durante una pelea ocurrida en 2012 en Colonia de Achalco, provincia de Catamarca.
Sucedió el domingo 18 de noviembre de 2012. Segura quiso sacar a pasear a su yegua, darle su alfalfa de todos los días, darle un terrón de azúcar, vaya uno a saber... El asunto es que la fue a buscar y la yegua no estaba. El nombre del noble cuadrúpedo no trascendió. Segura sospechó de los Pinto, a quienes -dice él- tenía registrados como grandes especialistas en abigeato.
Carlos Segura, condenado por matar a los supuestos ladrones de su yegua.
El hecho es que Segura fue con su hijo Gabriel donde los Pinto y les exigió, arma en mano, que le devolvieran a la yegua. Y los Pinto, al parecer, preguntaron qué yegua, cuál, dónde, de qué estás hablando. Entonces discutieron como en las películas del oeste norteamericano, pero en el norte argentino. Segura Padre y Segura Hijo estaban armados; Pinto Padre y Pinto hijo, también. Así las cosas, que fuiste vos, que yo no fui, que te digo que sí, que te digo que no y por un quítame allá esa yegua comenzó un verdadero cuadrangular de balazos.
Yegua. Noble animal, aunque no amerite tres muertes.
Juan Pinto abrió el fuego, le disparó a Segura y lo mató. Le disparó a Carlos Segura y falló. Carlos Segura les disparó dos tiros a cada uno de los Pinto. Cinco tiros, entonces. Y tres muertos. Alto índice de efectividad. Alto índice de muertos. Segura fue detenido y se dispuso su prisión preventiva.Pasó dos años preso y luego, uno en libertad esperando el fallo definitivo. Ahora que lo conoció, lo padece: deberá volver a prisión, no sin antes pagarle 160 mil pesos a la familia Pinto.
El fiscal de Cámara, Gustavo Bergesio, había pedido que Segura fuera condenado por dos homicidios simples agravados por el uso de armas y pidió 15 años de cárcel para él. "Lo que declaré es la pura verdad. Ellos han sido malas personas y la Justicia lo sabe. Son malvivientes”, dijo. El defensor de los Segura, Luis Gandini, había reclamado la absolución de su cliente, alegando que había actuado en defensa propia.
"Ellos han sido malas personas y la Justicia lo sabe. Son malvivientes.
"La familia Segura no tuvo oportunidad de pedir resarcimiento por la muerte de su hijo”, dijo Gandini al diario catamarqueño El Ancasti, luego de escuchar el fallo. Nadie estaba conforme. La familia Pinto entiende que 12 años de prisión son poca cosa cuando se trata de la vida de dos personas. Así las cosas, entonces, para Carlos Segura, quien perdió a su hijo, a su yegua y a su libertad.