No es la escena de un film de Tarantino; ocurrió en una cárcel y entre compañeros, que no eran presos. Al menos cuatro efectivos del Servicio Penitenciario de Misiones fueron sancionados por apostar a las cartas, consumir alcohol y protagonizar una pelea en la Unidad Penal VIII, a 60 km de Posadas, recientemente inaugurada, y donde todavía no hay internos.
El gobernador Maurice Closs inauguró el penal en diciembre.
Según publicaron medios locales, en una de las rondas de apuestas y alcohol los guardianes protagonizaron una feroz pelea, hecho que llegó a oídos de la jefatura del Servicio Penitenciario provincial.
Uno de los efectivos involucrados fue seriamente lesionado y se lo trasladó a un hospital, según la investigación oficial. Una fuente de la institución dijo al diario El Territorio que "los muchachos tomaron unos tragos y se desconocieron. La discusión fue subiendo de tono, se insultaron y, como había plata de por medio, pasaron a las manos y se golpearon bastante".
Habría cuatro penitenciarios sancionados.
Ni bien el hecho tuvo trascendencia, las autoridades iniciaron un sumario administrativo, aunque no se dieron precisiones sobre el momento en que comenzaron las irregularidades y cuándo se registró el incidente.
Distintas fuentes dijeron que las reuniones de los penitenciarios ociosos se concretaban en los horarios dispuestos para las guardias, en especial por la noche, aprovechando la falta de internos.
Sin embargo, el director del Servicio Penitenciario Provincial, Miguel Maidana, aseguró que no se produjo ningún inconveniente y negó las versiones de actividades ilícitas.