Una nueva derivación podría introducir un vuelco decisivo en la investigación del femicidio de Anahí Benítez. Es que los resultados de una pericia psiquiátrica practicada al principal sospechoso, Marcelo Villalba, abren la puerta a una posible declaración de inimputabilidad.
Villalba presenta síntomas de "trastorno de la personalidad esquizotípico".
Estos exámenes fueron ordenados por el juez Luis Zelaya en el marco de la causa por abuso sexual simple en la que se lo imputó, luego de que manoseara en la vía pública a Katia Documet Silva.
Así, según el Cuerpo Médico Forense, si bien en principio comprendería la criminalidad de sus actos, Villalba también presenta "un desmedro en su capacidad de dirigir su accionar debido a su precaria, impulsiva y bizarra organización de la personalidad".
La pericia, además, arroja evidencias de que el sospechoso evidencia síntomas de "un trastorno de la personalidad esquizotípico parcialmente estabilizado y sin tratamiento".
Y aunque no sería necesaria una internación, sí se recomendó que se someta a un tratamiento interdisciplinario que incluya abordajes psicológicos, psiquiátricos y de rehabilitación "con supervisión de adulto responsable o instancia judicial según corresponda".
LA SITUACIÓN DE BAZÁN
El otro detenido por el crimen de la joven es Marcos Bazán y su situación empeora con el avance de la investigación, pese a que solo se hallaron restos de ADN de Villalba en el cuerpo de Anahí.
La situación de Bazán se podría complicar por una pericia sobre su teléfono celular. En uno de los chats encontrados da a entender que usaba drogas para llevar mujeres a su casa.
"Yo le pongo burundanga a todos", es la frase que detectaron los investigadores. Los peritos decodificaron el mensaje y las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey decidieron sumarlo en la causa.
Esta frase es parte de un mensaje que le mandó Bazán el 15 de julio a un amigo en el contexto de un diálogo donde el sospechoso cuenta que consume distintos tipos de cannabis y de "pastas" (en referencia a otras drogas).
"Yo le pongo burundanga a todos
"Producción de fotos con mina en malla en casa hace cinco minutos. Me dio un ACV. La providencia es generosa. Unas ganas de fumar. Le mandé mensaje a Chatrán y no contesta. Después lo llamo. A ver si le pego un poco. Día de pij..., ¿no?"-, le escribió un amigo a Bazán, en relación presumiblemente a las ganas de comprarle marihuana al tal "Chatrán".
"Sois muy afortunado. Yo les pongo burundanga a todos, hasta el viejito", le responde Bazán.
Bazan, más complicado.
Bazán se refiere a la escopolamina, una sustancia alucinógena que se encuentra en diversas plantas, como el cacao sabanero, la datura, el floripondio, el beleño y la mandrágora, entre otras.
Los toxicólogos modernos explican que el efecto no es inmediato. Produce un cuadro sintomático que combina mareos, presión en el cuello, desorientación y alucinaciones.
Pero no es el único chat que genera sospechas en Bazán. El 4 de agosto, el mismo día que la Policía halló el cadáver de Anahí a 300 metros de su casa, en el predio Santa Catalina de Lomas de Zamora, minutos antes de las 14, la novia de un amigo le mandó un mensaje a Bazán diciéndole: "Compa, dice G, que saques todo", y Bazán le responde dos horas más tarde: "No pasa nada".
ACUSACIONES
Bazán está acusado del delito de "privación ilegal de la libertad en concurso real con homicidio calificado por su comisión mediante alevosía, criminis causae y violencia de género" y Villalba, por privación ilegal de la libertad en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, robo y homicidio calificado por su comisión mediante alevosía, criminis causae y violencia de género".
Para los peritos, Bazán y Villalba actuaron juntos. Se cree que desde el sábado 29 de julio, el día que desapareció Anahí, hasta el 4 de agosto, cuando fue encontrada asesinada, la chica estuvo privada de la libertad en la casa de Bazán. Y para mantenerla cautiva "usaron psicofármacos y fuerza inhibiendo la voluntad de Anahí".
Para reforzar la hipótesis, un perito sumó una prueba química realizada sobre el estómago de Anahí. Allí encontró diazapam, un potente sedante.