16 Abril de 2021 19:11
Un peritaje psiquiátrico practicado a Cristian "Pity" Álvarez desaconsejó que sea sometido a un juicio oral por el homicidio de su vecino Cristian Díaz, ocurrido en 2018 en el barrio Cardenal Antonio Samoré, de Villa Lugano.
De acuerdo a las conclusiones del informe realizado por expertos del Cuerpo Médico Forense y solicitado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 29, las facultades mentales del ex cantante de Intoxicados y Viejas Locas "no encuadran dentro de los parámetros considerados como normales, desde la perspectiva médico legal" y que el "estrés" que le implicaría enfrentar las audiencias del debate "agravaría su estado actual".
La pericia fue llevada adelante por los psiquiatras Laura Bermolen y Esteban Toro Martínez, quienes apuntaron que Álvarez presenta una afección compatible con síndrome depresivo, antecedentes de uso de sustancias, trastorno cognoscitivo no especificado y antecedente de trastorno psicótico no especificado.
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Al mismo tiempo, no consideraron que exista "riesgo cierto e inminente de daño para sí y/o terceros" ya que se encuentra alojado en el Programa Interministerial de Salud Mental Argentino (PRISMA) del penal de Ezeiza.
Para los psiquiatras, el estado actual del músico puede ser tratado desde una perspectiva interdisciplinaria psiquiátrica, psicológica, neurológica, clínica y social, y "la posibilidad de reversión queda supeditada a la evolución de sus trastornos y la respuesta que presente a los tratamientos".
La ampliación pericial de la que deriva este informe fue requerida por los jueces Gustavo Goerner y María Cecilia Maiza cuando el 27 de febrero resolvieron suspender el inicio del juicio al músico -previsto para el 1°de marzo- a raíz de una pericia que indicaba que presentaba una "incapacidad".
Así, se solicitó que el reo fuera analizado por más peritos para sumar precisiones sobre su estado de salud mental del imputado y determinar si podía ser tratado.
Paralelamente, en los informes de PRISMA sobre Álvarez detallan que presenta un "trastorno por consumo de sustancias grave y un trastorno de personalidad", aunque no se podía inferir que eso impidiera "la comprensión y dirección de su accionar al momento del hecho” y estaba "en condiciones de estar en juicio".
En informes sucesivos de PRISMA se detallan otros problemas de salud, como obesidad mórbida (que según los profesionales "afecta de manera considerable su estado de ánimo", enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hepatitis C e hipertensión.
También se consignó que presentaba "un marcado deterioro cognitivo que fue manifestándose de manera insidiosa, con fallas mnémicas y de atención, lo que repercute en su vida cotidiana y lo predispone a una situación de mayor vulnerabilidad".
Además, se apuntó que Álvarez se contagió de coronavirus en noviembre, a raíz de lo cual estuvo 20 días en tratamiento médico en la Unidad Penitenciaria 21.