"Así llega un verdadero rockstar a su show", había posteado el cantante Perro Primo en un video en el que se lo vio aterrizar en una playa pública de Pinamar nada más y nada menos que a bordo de un helicóptero.
La historia arrastra la polémica desde el domingo 19 de enero cuando el cantante de cumbia RKT alegó tener problemas para entrar a la playa en auto y no tuvo mejor idea que ingresar de manera aérea a bordo del helicóptero.
Los gritos y la sorpresa de los turistas que filmaron todo el episodio no tardaron en hacerse rápidamente virales. La imagen era espectacular: desde el helicóptero llovían dólares y desde adentro salía el cantante muy campante que fue aplaudido -no sin estupor- por los fans que allí se encontraban.
Sin embargo, la performance no salió del todo bien: ni el cantante ni el piloto de la nave contaron con que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) tomaría cartas en el asunto y las consecuencias fueron varias.
En primer lugar, se investigó a fondo los permisos que tenía el piloto y el helicóptero para realizar la maniobra y se descubrió que no contaban con la autorización para realizar semejante maniobra.
Es por eso que, durante la tarde del martes 22 de enero, la ANAC usó sus redes sociales para finalmente comunicar la decisión que tomó: "Se inhabilitó preventivamente por 60 días al piloto del helicóptero que aterrizó sin autorización en la playa La Olla de Pinamar", expresaron.
En la misma línea, comunicaron: "Además, se le labró un acta de infracción que podría dar lugar a una sanción económica". Como si esto fuera poco, la autoridad aeronáutica llamó a tomar conciencia sobre lo que podría haber sucedido en caso de haber resultado imperfecta la maniobra: "Como autoridad aeronáutica, la ANAC reitera su firme compromiso con la seguridad de la aviación civil y no tolerará infracciones que comprometan la integridad de las personas", explicaron.
Al momento, el cantante Perro Primo no se pronunció sobre el hecho y tampoco trascendió qué opina el piloto. Sin embargo, la situación quedará para la historia como uno de los momentos más icónicos y peligrosos de la historia de la música.