por Amilcar Nani
26 Octubre de 2016 18:30¿Serán acaso los grupos de Whatsapp el lugar donde acaso más se puede relajar uno y al mismo tiempo más quedar en evidencia? Ese compendio de amigos agrupados en un mismo chat grupal, muchas veces, permite el marco adecuado para mostrar el verdadero ser, muchas veces más, pero muchísimo más perverso que el dejamos ver por ahí.
Todos hemos sido testigos de más de una barrabasada dicha en esa intimidad, y hasta es posible que uno mismo haya hecho o dicho la peor barbaridad en esa virtual sala cerrada. Y Daniel Zalazar, el instructor de taekwondo que mató a su ex, a la tía y a la abuela de la misma en Mendoza, no fue la excepción y dejó para la posteridad algunos de los pensamientos y acciones más nefastos.
Zalazar en las montañas, donde se fotografió en una pose como queriendo atacar al ave
Mensajes de un femicida descorazonado
Descripto por los investigadores del Triple Crimen mendocino como “un psicópata narcisista”, Zalazar, al igual que muchos, era parte de un grupo de Whatsapp con ex compañeros del secundario.
Aparentemente quisieron linchar a Zalazar
En ese mismo chat colectivo fue que el femicida expresó su nefasta opinión sobre la violencia de género; su indiferencia -o mejor dicho burla socarrona- sobre el asesinato de Romina Barria, con quien había tenido una relación íntima; y su misógina frase “¡Ni una Menos las pelotas! ¡Hay que cagarlas a palos!”.
Y también donde compartió algunas de sus imágenes más íntimas y polémicas: Zalazar le envió a sus ex compañeros fotografía en la cual aparece en la cama con una mujer. Su lengua cerca de las partes íntimas de una mujer arrodillada fue compartida como si fuera un trofeo de guerra, un ejemplo sobre cómo concebía él su relación con las mujeres.
La foto que el femicida le envió a sus ex compañeros del secundario.
Adolescencia en el mismo colegio que Máximo
Daniel Gonzalo Zalazar Quiroga nació hace en Tinogasta, un pequeño pueblito ubicado en la provincia de Catamarca. Siendo aún un niño, se mudó junto a su familia a Río Gallegos, Santa Cruz, donde vivió hasta los 18 años, cuando se mudó a Mendoza a estudiar medocina
Las personas se volcaron a su perfil de Instagram para insultarlo y expresarle su repudio
El secundario lo hizo en el colegio República de Guatemala de Río Gallegos, el mismo al que concurrió algunos años antes Máximo Kirchner, el hijo de Néstor y CFK.
Según allegados, Zalazar sufrió un poco durante esa época porque lo cargaron mucho por un defecto que tiene en el habla: es tartamudo.
Aunque ese resabio de bullying parece haber quedado en el pasado, lo cierto es que varios de los que lo conocieron en esa época y que son partes de ese grupo de Whatsapp nunca terminaron de confiar del todo en Zalazar, al punto tal que varios sostienen que no se había recibido de médico, aunque él insistía en que sí lo había hecho.