El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff puso el grito en el cielo después de que se difundiera un video donde se vio a tres oficiales de la Policía de la Ciudad que recibían dinero por parte de un conductor para que así no pagar una infracción.
Lo que se conoce criollamente como "coima" fue el inicio de una denuncia judicial a los efectivos que ya fueron reconocidos y ahora estarán a disposición de la justicia. Wolff, conocido por poner la firma en un proyecto para la baja de imputabilidad de 16 a 13 años, comunicó a través de sus redes sociales oficiales que "siempre que recibe una denuncia de este estilo, la orden es llevar los casos a la Justicia inmediatamente".
En su publicación explicó: "Respeto a la Policía de la Ciudad. Ese es uno de nuestros pilares de gestión", dijo y siguió: "Por eso cuando recibimos una denuncia como esta, con algún oficial sospechado de un ilícito nos ponemos al frente judicializándolo así como defendemos permanentemente a la enorme mayoría de los hombres y mujeres que honran día a día su uniforme".
Además, confirmó: "Ya hemos identificado a los implicados e hicimos la denuncia ante la fiscalía correspondiente. Es con orden". Según el ministro de Seguridad porteño los oficiales ya están a disposición de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 29, a cargo de Aníbal Oscar Brunet, Secretaría Única de Natalia Davi, al tiempo que se labraron actuaciones judiciales caratuladas como "Cohecho".
Los planes de Wolff
Además de impulsar un proyecto para bajar la edad de la imputabilidad en Argentina, Wolff tiene planes para endurecer las medidas de seguridad para con una mirada xenófoba para quienes no sean argentinos: "Hay distintos status de extranjero, el que tiene la residencia temporal y está a prueba está en discusión. El extranjero que está a prueba y comete un delito se tiene que ir, entendemos que elevando las penas a aquellos que vienen a delinquir estamos protegiendo a los porteños", explicó el ministro.
"Es un indicio que nuestra legislación es laxa para aquellos extranjeros que con irregularidad delinquen, esto no pasa en la enorme mayoría de democracias en el mundo", dijo Wolff alegando que existen en el país "grupos organizados de países limítrofes que se organizan para venir a delinquir" y sugiriendo que "el 40% de los asesinatos en la capital son atribuibles a extranjeros".