A más de un mes del crimen de Lucas Verón, el joven que en su cumpleaños número 18 fue asesinado durante una persecución en La Matanza, los fiscales Marcos Borghi y Claudio Fornaro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de dicho Departamento Judicial, solicitaron elevar a juicio la causa y pidieron la prisión preventiva para los acusados, los dos policías Ezequiel Benítez y Cintia Duarte.
Ambos policías se encuentran imputados del "homicidio agravado por su condición de funcionarios policiales y por el uso de arma de fuego". La requisitoria fue formulada a la jueza de Garantías 1 de La Matanza, Mary Castillo, quien ahora deberá resolver si la causa se eleva, o no, a juicio.
En tanto, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) exigió que avance con la misma celeridad la causa paralela que tramita en la Ayudantía Fiscal de Gravedad Institucional, "que investiga las maniobras de encubrimiento y la irregular e ilegal intervención de funcionarios policiales y judiciales".La CPM pidió iniciar una investigación penal contra el fiscal original de la causa, Juan Pablo Tahtagian, quien fue apartado de la investigación luego de que los padres de Lucas lo acusaran de haber "apretado" junto a la Policía a un testigo para que dijera que el crimen del joven fue tras un robo.
Ese testigo era uno de los amigos que acompañaba a Lucas en la moto cuando fueron perseguidos por los policías. Según la CPM, el adolescente fue "hostigado y amenazado" en una comisaría por compañeros de la fuerza de los imputados, ante la presencia del fiscal Tahtagian.
Lucas Verón fue asesinado el 10 de julio pasado por la madrugada, tras recibir un disparo de arma de fuego cuando circulaba en moto junto a un amigo y eran perseguidos por dos policías. "Hasta que no les den (a los detenidos) la perpetua no vamos a parar", dijo Cintia, hermana de la victima.
El lunes de esta semana se cumplió un mes del crimen del joven de 18 años. Por esta razón, familiares, amigos y organizaciones sociales y de Derechos Humanos se manifestaron en las puertas de la fiscalía de San Justo para pedir justicia. "Estamos haciendo todo lo posible para que sigan presos. Vamos camino a eso", sostuvo la hermana de Lucas Verón, al recordar a su hermano.
Según consta en la investigación, el patrullero impactó por detrás a la moto en la que iban los jóvenes, os cuales se habían dirigido al kiosco de la zona para comprar una gaeosa. Tras el impacto, los adolescentes cayeron al piso y comenzaron a correr en dirección a la casa de Lucas.
Aparentemente, el policía Benítez, quien iba manejando, descendió del vehículo y efectuó entre dos y tres disparos con su arma reglamentaria, uno de los cuales impactó en la víctima.
De acuerdo con la causa, Lucas continuó corriendo, pero a unos 20 metros del lugar cayó al piso gravemente herido. Su amigo fue a avisarle a la familia de la víctima, que vivía a una cuadra y media del lugar, quienes lo llevaron al hospital, donde finalmente falleció.
Según la autopsia, el disparo ingresó por el tórax y salió por la espalda. Las detenciones de los policías se concretaron horas después del crimen de Verón tras las declaraciones de los testigos y de la información suministrada por el GPS del patrullero, que lo ubicó en la zona donde ocurrió el homicidio.
Los peritos balísticos realizaron un cotejo de las dos pistolas 9 milímetros de los acusados con las dos vainas servidas secuestradas en la escena del crimen y que el mismo dio resultado positivo con el arma de Benítez.De acuerdo a los médicos forenses de la Morgue Judicial de Lomas de Zamora, no se pudo obtener un proyectil o plomo del cuerpo de la víctima para sumarlo al cotejo balístico ya que el tiro atravesó al chico de adelante hacia atrás, con orificio de entrada en el tórax y de salida en la espalda.