por Rafael Saralegui
25 Enero de 2016 14:01Antonio De Turris espera en una cama de una clínica privada que la Justicia resuelva su situación procesal. El ex periodista del diario La Nación y docente de la maestría de periodismo está imputado de haber matado a golpes y puñaladas a su pareja Claudia Servino con quien convivía en su casa de Banfield, desde hacía un par de años, cuando los dos iniciaron una relación: una nueva oportunidad, ya que las dos habían quedado viudos en momentos diferentes de sus vidas.
La fiscal de instrucción de Lomas de Zamora a cargo de la investigación, Fabiola Juanatey, pidió el jueves de la semana pasada a la jueza de Garantías N°6, Laura Nini, también de Lomas de Zamora, que le imponga la prisión preventiva al periodista, que también tenía un programa en la televisión por cable con un columnista del diario Clarín.
Quizás las relaciones de De Turris con los dos principales diario del país, explique el silencio que la mayor parte de los medios ejercieron sobre un femicidio, que podría haber tenido un enorme repercusión por los protagonistas. Servino también había sido periodista y trabajaba como asesora de imagen y estilo de mujeres de diplomáticos y empresarios.
Claudia Servino trabajaba como asesora de imagen.
Plazos procesales
La fiscal Juanatey dijo a BigBang que considera a De Turris el responsable del crimen de Servino y que por eso pidió su prisión preventiva, una medida similar a lo que se considera el procesamiento en la Justicia nacional. La jueza Nini tiene cinco días desde la presentación del dictamen de la fiscal para resolver si ordena la prisión preventiva del periodista.
De Turris estuvo primero internado en el hospital Gandulfo de Lomas de Zamora y luego fue trasladado a una clínica de la ciudad de Buenos Aires, donde aún permanece. El motivo de su primera internación fue unas heridas que él mismo se realizó después de haber apuñalado a su pareja. Pero las lesiones no son de gravedad: su vida no corre peligro por esas heridas. El motivo por el que aún sigue internado es por un tumor cerebral que le diagnosticaron el año pasado.
La existencia del tumor es un dato clave en el devenir judicial de la causa. Es probable que ese sea el argumento del que se valdrá la defensa del periodista, para explicar el ataque a Servino, a quien le dio 62 puñaladas cuando la mujer intentó irse de la casa de Banfield, donde vivía con de Turris y una hija de ella, que tiene un retraso madurativo. Fue la hija del periodista quien corrió hasta la casa de enfrente, donde vive su tía, para pedir ayuda. La defensa de De Turris buscaría demostrar que el tumor generó un “fallo” en su personalidad para convertirlo en un ser agresivo y sanguinario.
De Turris tenía un programa de cable con un columnista de Clarín.
Sin embargo, quienes conocían la intimidad de la pareja dicen que De Turris, un hombre que parecía un caballero socialmente, se había convertido dentro de la casa en un ser dominador y celoso en exceso, que había cercado a Servino, a quien obligaba a enviarle fotos con sus amigas, cada vez que salía, obsesionado con la idea de que pudiera abandonarlo.
Servino sabía que la relación en la pareja había salido de los cauces normales y les había adelantado a alguna de sus amigas que estaba decidida poner fin a una relación que la había llenado de ilusión en el comienzo de salidas románticas y atenciones.
Pero la muerte la encontró antes: De Turris la golpeó en el garaje de la casa y la apuñaló el 24 de diciembre, a la mañana, horas antes de la Nochebuena. A un mes del homicidio, las amigas de Servino la recordaron en las redes sociales. Ella y sus familiares, esperan que la Justicia de Lomas de Zamora resuelva su situación procesal.