26 Abril de 2022 14:23
Pasaron ocho años del asesinato de Lola Chomnalez y todavía no se termina de dilucidar qué sucedió en Uruguay con la adolescente, quien fue encontrada sin vida en una playa de Valizas. No obstante ello, en las últimas horas una fiscal solicitó que se le otorguen 10 años de prisión al único detenido y acusado por el encubrimiento del este femicidio. A su vez, la investigación continúa para identificar y localizar a los “copartícipes” del crimen, quienes aún no fueron reconocidos.
El hombre acusado de encubrimiento es el detenido Ariel Moreira, apodado “El Cachila”. En diciembre de 2019, "Cachila" había sido procesado pero por el delito de "homicidio agravado por alevosía", más grave que el de “encubrimiento”. Sin embargo, los peritos de la Policía Científica cotejaron el ADN del supuesto asesino hallado en una cédula y una toalla dentro de la mochila de la víctima y el perfil genético dio negativo.
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Lola tenía 14 años cuando viajó a Barra de Valizas el sábado 27 de diciembre de 2014 para pasar unas vacaciones en la casa de su madrina, Claudia Fernández, quien se encontraba junto a su esposo, Hernán Tuzinkevcih, y el hijo de éste. Un día después la adolescente desapareció cuando salió a caminar por la playa. Apenas 48 horas más tarde fue encontrada asesinada a unos cuatro kilómetros de la casa, en una zona de médanos.
La autopsia determinó que Lola murió por asfixia y que presentaba varios cortes hechos con un arma blanca. Según se pudo reconstruir Lola habría tratado de escapar corriendo de sus asesinos, pero fue alcanzada, herida y golpeada en la cabeza para finalmente morir sofocada contra la arena.
"El Cachila" fue detenido al comienzo de la investigación pero luego liberado, ya que dio negativo el cotejo de su ADN con el material genético hallado en la mochila de la víctima. Sin embargo, en su declaración ante la Justicia, "Cachila" admitió que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre del 2014 y le ofreció una estampita, pero que luego ella se sintió "mareada" y que al auxiliarla descubrió que "no tenía pulso", se asustó y se fue.
Para el fiscal Jorge Vaz, "El Cachila" estuvo presente "antes, durante y después" del homicidio, y su móvil fue probablemente "sexual". A su vez consideraron los resultados de peritajes psicológicos que revelaron que el acusado tiene una personalidad con tendencia "a la mitomanía", a "irritarse fácilmente y perder el control de sus impulsos", y un patrón de "desprecio y violación de los derechos de los demás".
En las últimas horas, el padre de Lola pidió “verdad y justicia” para su hija, “que el único derecho que le fue otorgado fue la pena de muerte en sus vacaciones de sus 15 años”. Además, reclamó acceso a la carpeta de investigación. “Como padres hemos venido sufriendo una denegación constante de acceso a la investigación y a la información. Ni siquiera se nos permite ver cotidianamente el expediente”, enfatizó.
“Como padres somos muchos los que vivimos y seguimos viviendo este horror”, afirmó. “Nadie está exento de esto, por lo que rogamos a la gente del Uruguay que quien sepa algo lo comunique a las autoridades” para “así poder llegar a la verdad completa”. “Cuando pienso en la ley y la Justicia mi referencia en el caso es el fiscal Jorge Vaz, quien fue el único que logró algo concreto, encerrar a uno de los asesinos”, manifestó el padre de Lola.
“Según la investigación hay uno o dos más. El resto del sistema de administración de Justicia, fiscales varios, jueces varios y auxiliares de la Justicia no lograron nada concreto por ahora. Sin embargo, están a tiempo”, afirmó.
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En este sentido, el hombre resaltó: “Esa ley y esa Justicia colman de derecho al asesino encontrado, al punto que no habla y es quien estuvo en el lugar del hecho con sus copartícipes asesinos”.