El principal sospechoso del femicidio de María Esperanza Fernández, quien fue asesinada a martillazos en su casa de la ciudad bonaerense San Pedro, continúa prófugo, por lo que la fiscal a cargo del caso ordenó su captura.
Según la autopsia, el crimen fue cometido entre el sábado a la noche y el domingo a la mañana, y la víctima de 43 años murió producto de los golpes que recibió en la cabeza, una agresión que le provocó politraumatismos y una hemorragia interna.
El cuerpo de María Esperanza Fernández fue encontrado por su hija el domingo a la tarde, y desde entonces, los investigadores sospechan que el agresor fue el esposo de la mujer fallecida.
Lee más. Horror en San Pedro: mató a su mujer a martillazos mientras dormía: lo busca la policía
Por esto mismo, la fiscal solicitó una orden judicial de captura nacional e internacional contra él, mientras que durante todo el día se llevaron a cabo distintos allanamientos y rastrillajes para poder dar con su paradero.
En los operativos participaron los oficiales de la brigada K9 de Escobar, con el conocido perro Bruno, y a la par trabajaron los canes de la brigada K9 de la localidad santafesina de Villa Constitución.
Hasta ahora, al seguir el rastro de Romero, los perros realizaron un recorrido de 600 metros desde la escena del crimen hasta el museo "El Sueño del Tano", donde se solo encontraron huellas de bicicleta.
A pesar de que hacía muchos años que vivían juntos, y que incluso tenían hijos en común, los allegados a la familia revelaron que desde hacía varias semanas el matrimonio pasaba por un muy mal momento, luego de que una de las hijas Roberto Ramón Romero lo acusara de haberla abusado.
"Yo a mamá la vi por última vez el sábado a la tarde, mi papá la trajo en bicicleta y me dijo que se tenía que ir a hacer un mandado. Mamá se quedó y me pidió hablar, me comentó que mi hermana denunció a mi papá", explicó Araceli, hija de la pareja.
En diálogo con el programa Crónicas de la tarde, la joven explicó que su abuela estaba segura de que su papá era un violador, aunque Fernández le había dicho que se quedara tranquila porque ya había perdonado a su marido.
"El domingo ellos tenían que venir a la tarde a mi casa, y cuando no llegaban, me empecé a preocupar, como no contestaban, le dije a mi pareja que me llevara a la casa de ellos y ahí vi todo", agregó la hija de la víctima, quien además aseguró que su papá se llevó ropa de la casa, pero que no tiene idea de dónde puede estar.