El domingo a la madrugada ocurrió un confuso episodio que terminó con tres fiestas clandestinas clausuradas, detenidos, un patrullero destrozado y una violenta emboscada a un grupo de policías. Todo ocurrió este fin de semana, cuando efectivos fueron convocados para desarticular una fiesta clandestina en la playa. Al llegar al lugar, los oficiales fueron atacados a piedrazos por varias personas.
Los atacantes, entre los que se pudo identificar en el marco del Operativo Sol a al menos 11 personas entre 21 y 53 años, son en su mayoría residentes de Reta, en el partido bonaerense de Tres Arroyos, serían también algunos de los asistentes a una serie de eventos que fueron interrumpidos por la policía el sábado a la madrugada. “El sábado hubo en Reta dos fiestas clandestinas en los médanos", explicó Carlos Sánchez, intendente del distrito.
Y agregó, en diálogo con TN: "Enseguida se dispersaron y no trajeron mayores problemas. Aparentemente hubo luego como una emboscada a la policía en una calle cortada. Los llevaron hasta ahí diciendo que había una fiesta y tenían preparadas piedras para pegarles. La policía, como eran pocos, no podía salir y se armó un disturbio. Hubo tiros porque estaban acorralados, según la versión que tengo de la policía”.
Durante el sábado a la madrugada, la policía desbarató dos fiestas clandestinas entre las dos y las cuatro de la mañana. La primera, en la que participaron unos 150 jóvenes de diferentes edades y sexo, se realizó en la calle 33 y los médanos. Los efectivos secuestraron parlantes, luces, un generador eléctrico, una notebook, auriculares, trípodes y una gran cantidad de bebidas alcohólicas.
De acuerdo con la información oficial, en la segunda acudieron solamente 50 personas a las que se les incautó un equipo de sonido. Las autoridades labraron actas por infracciones a los organizadores en ambas oportunidades y se iniciaron actuaciones en el Juzgado de Faltas de Tres Arroyos y el Juzgado Federal de Necochea, a cargo del juez Bernardo Bibel.
Sin embargo, estas dos operaciones llevaron a los asistentes a atacar a un grupo de efectivos cuando intentaban clausurar la tercer fiesta clandestina al día siguiente: según los testigos, la policía supuestamente apuntó a los asistentes para que se retiraran. El comisario mayor Aldo Caminada, aseguró en diálogo con la radio LU24 de Tres Arroyos, que los efectivos realizaron disparos disuasorios cuando fueron atacados con piedras y palos.
La secuencia del ataque quedó registrada en varios videos tomados por las mismas personas que participaban de la emboscada. Un joven resultó herido al ser atropellado por un patrullero que intentaba dar marcha atrás para huir del lugar, mientras que un agente recibió heridas de gravedad como resultado de un piedrazo en la cabeza. Durante esa secuencia, el auto particular del Jefe de Policía local, Hugo Villagrán, quedó completamente destruido.
Su vehículo, un Peugeot 207, fue atacado a ladrillazos, Villagrán intentaba evitar que los manifestantes ingresaran en la dependencia, luego de atacar a piedrazos a la policía, el grupo de personas se dirigió a la comisaría local e intentaron ingresar- y debió ser atendido en el hospital de Reta con “un importante hematoma en uno de sus ojos, un labio cortado y una inflamación en su brazo, que iba de la mano al codo”.
La causa por “atentado y resistencia a la autoridad, daño agravado, lesiones y robo” quedó ahora en manos del fiscal Marcelo Valderrey de la UFI N° 13 de Tres Arroyos. “Aquí hay personas que no respetan siquiera su propia vida, su integridad física, y que han causado graves daños enojados porque la policía no los deja reunirse", sostuvo Caminada, titular de la Superintendencia Región Sur de la policía Bonaerense.
Y sumó: "Pero estamos en una pandemia, con gente pasando situaciones difíciles, fallecidos, internados, y en ese marco es la policía la que intenta hacerles entender que hay que respetar las medidas porque son un beneficio para todos”. se investiga si los atacantes pretendían ingresar a la dependencia para recuperar los equipos secuestrados. Por ahora, durante los disturbios se identificó a una familia de la zona.