28 Octubre de 2022 08:43
Leyla no lo dudó y luego de que su hijo se quebrara al contarle lo que le había ocurrido durante el viaje de egresados con sus compañeros, se dirigió a la comisaría segunda de Villa Trujui, en el partido de Moreno, para hacer la denuncia: el menor le contó que había sido abusado sexualmente por al menos tres compañeros de escuela durante aquel viaje que hicieron a la Costa Atlántica.
Si bien los chicos habían regresado de su viaje el pasado viernes, la mujer relató que su hijo -de tan solo 11 años- se quebró el lunes cuando le contó lo que le había ocurrido durante el viaje que los tres sextos grados de la Escuela Primaria Nº 60 de Villa Trujui hicieron a la localidad balnearia de la Lucila del Mar.
Según consta en la denuncia, el niño relató que "una noche al menos dos de sus compañeros se subieron a la cama en la que dormía y le colocaron sus miembros en la boca, mientras un tercero filmaba con un celular". Esta situación al parecer se repitió en al menos otras dos oportunidades y los videos fueron viralizados entre el resto de los alumnos que fueron al viaje.
De hecho, una de las aberrantes secuencias llegó a manos de los docentes, de acuerdo a la denuncia de la mujer, los cuales optaron por mantener un fuerte hermetismo e intentar esconder lo que había ocurrido. La víctima también recibía constantes amenazas de parte de sus agresores, a tal punto que tuvo que salir otro de sus compañeros a defenderlo en una ocasión. "Me dijeron que durmiera con un ojo abierto y empezaron a amenazarme", le dijo el nene a su madre.
Según contó Leyla, a su hijo le decían piernas de caballo, te vamos a violar, no lo dejaron dormir". Una vez que Leila supo lo sucedido y vio el video que guardó uno de los menores, radicó la denuncia en la comisaría 2da de Moreno y luego fue a la puerta de la Escuela Primaria N° 60 "Eva Perón", ubicada en Hernandarias y Plus Ultra, del barrio Villa Ángela, para pedirle explicaciones a las autoridades.
Pero los dirigentes del establecimiento no solo no la recibieron, sino que además los docentes que acompañaron a los chicos en el viaje minimizaron lo sucedido. "No solo le habían pedido a los chicos que borraran fotos y videos de sus teléfonos dado que allí tenían pruebas del delito, sino que además me dijeron que lo que había sucedido solo fue una broma de mal gusto", explicó la mujer, que mostró los chat de WhatsApp con las autoridades.
El pasado miércoles por la tarde, los padres, amigos y allegados se dirigieron a la puerta del establecimiento educativo para reclamar respuestas y pedir justicia, y se vivieron momentos de tensión, cuando realizaron pintadas en el frente del colegio. Uno de los mensajes decía: "Directores cómplices, con los chicos no". Desde ese momento, la escuela fue vallada y es custodiada por personal de la Policía bonaerense para evitar mayores incidentes.
Hasta hoy. el establecimiento se encuentra cerrado para el dictado de clases hasta nuevo aviso. Leyla también sostuvo que una de las docentes obligó a los alumnos a “hacer un pacto de silencio” y les pidió sus celulares para borrar los videos que grabaron del brutal hecho. “La docente los bajó del micro para hacer un pacto de silencio y amenazó a mi hijo para que no diga nada porque yo la iba a cagar a trompadas. Les dijo ´lo que pasa en la costa, queda en la costa´”, contó.
La mujer no sólo destapó el accionar de los docentes durante el viaje, sino que también expuso cómo se manejaban en las clases: “Mi hijo contaba que los profesores veían y se reían de las amenazas que los compañeros le hacían”. Visiblemente conmovida por lo que le ocurrió a su hijo, la mujer contó que un alumno filmaba mientras otros dos lo abusaban mientras estaba durmiendo. “Los docentes me dijeron que era una broma de mal gusto”, explicó.
Y agregó: “La maestra los obligó de manera perversa, asquerosa y repudiable. Una docente les dijo que se calle porque yo iba a prender fuego la escuela. Mi hijo me abrazó y lloró, yo pensé que era porque me extrañaba. Hace cuatro días que empezó mi calvario. Ya no existe más un buen día para mí”. Leyla contó que el nene entró a la escuela N°60 este año, porque el anterior colegio les quedaba a 15 cuadras.
En ese sentido, explicó que el menor no podía ir caminando por su discapacidad. “Desde que llegó empezó a sufrir bullying, hice varias denuncias durante el año y las actas nunca fueron elevadas al inspector. El inspector nunca dio la cara” y señaló que hay más casos de abuso sexual en el colegio: “Al quebrarse mi hijo, todos los nenes empezaron a quebrarse. Las mamás empezaron a preguntar porque les importan sus hijos. La mamá de una nena me contó que su hija no se pudo levantar de la silla en una fiesta porque le tocaban la cola cada vez que se levantaba”, manifestó. De hehco, la madre de otra alumna contó que a su hija la amenazaron: “Le dijeron que si decía algo, la mamá del nene abusado iba a prender fuego la escuela”.
El abogado de la familia explicó que los docentes deberían “haber tomado medidas disciplinarias para los chicos y notificar a los padres de lo sucedido”, para luego esperar un posible desenlace judicial. “Lo que menos pueden hacer es borrar los videos porque lo único que están haciendo es encubrir”, señaló. A su vez, confirmó que los docentes les borraron los videos del celular a los alumnos: “Tomaron el teléfono, invadieron su privacidad y eliminaron los videos. A uno de los chicos le quedó en la base de eliminados y pudo recuperarlos”. El letrado además contó que le mostró el video del abuso al padre de uno de los agresores y que tildó la secuencia como una "broma" entre los chicos.
Por esta razón, el letrado sostiene que los menores tienen "naturalizado" este accionar por culpa de sus tutores. “Le mostré el video y se río porque pensó que era una broma. Me dijo que fue un chiste. Tienen naturalizado eso. Que a una nena le toquen la cola cada vez que se levanta es un abuso”, sentenció. Finalmente, la madre de otra alumna de la escuela N° 60 de Moreno contó que la docente a cargo de los chicos amenazó a su hija, afirmó que "la maltrató psicológicamente" y la sometió porque "no me contó nada hasta ayer a la noche”. "Una de las docentes me dijo que no fue un abuso, sino una broma de mal gusto”, cerró.