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"Podría haber sido una masacre": la declaración de los testigos a un mes de la muerte de Lucía Costa

El hecho ocurrió el 9 de octubre y la joven murió pocas horas después por las quemaduras que tenía en su cuerpo.

14 Noviembre de 2020 10:00
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Sentada junto a sus amigos en una mesa del bar Zar Burgers&Beer, en San Miguel, Lucía Costa Osores no tenía ni idea de que en pocos minutos una tragedia iba a ocurrirle. La chica de 18 años había salido a comer por primera vez después de la pandemia del coronavirus, y por una negligencia del establecimiento en el que estaba, se produjo una explosión en la que ella resultó quemada y por la que horas después perdió la vida.

De terrible hecho ya pasó un mes y quienes llevan adelante la lucha para pedir justicia son sus familiares. Están convencidos de que lo que le pasó a "Luci", como le decían, no fue un accidente, y que pudo haberse evitado. Hasta ahora permanecen imputados pero en libertad el dueño del lugar, el encargado y una moza, aunque durante estas semanas se llevaron a cabo varias declaraciones testimoniales, lo que puede resultar clave para la causa.

"Esta semana empezaron los chicos a declarar, por eso estuve yendo y viniendo, para acompañarlos. Los chicos tardan en hablar, porque con cada uno es remover todo. Es trágico, horrible. Salen mal después de hablar. Cuando los veo a ellos digo: 'Ay Dios mío, lo que fue ese lugar' ", se lamentó Lorena Osores, mamá de la chica fallecida.

Según dijo, varios de los chicos que estaban en el lugar (muchos de ellos no eran amigos de Lucía) resultaron también quemados, y debieron estar internados con pronósticos complejos. De hecho, Dolores todavía sigue en el hospital, ya que además de tener complicados los pulmones, una de sus manos está en muy mal estado porque se la quemó al querer apagar el fuego en el cuerpo de su amiga.

"Es impresionante como relatan los chicos los que presenciaron. Todos dicen lo mismo. Que había chicos que se peleaban con el dueño, que el dueño estaba ahí mismo cenando con unos socios y haciendo una celebración, que después del hecho los que estaban afuera seguían tomando cerveza como si nada, que la camarera le seguía llevando a los dueños la torta del cumpleaños y ellos decían que no había pasado nada", explicó la mamá de Lucía.

Lo que se conoce hasta ahora es que la explosión se produjo después de que una de las camareras se acerca con un bidón enorme de alcohol a rellenar el centro de mesa que estaba encendido con fuego sobre la mesa de Osores.

Sin embargo, lo que se sabe ahora, es que esa misma moza ya había hecho lo mismo en otras mesas, y que incluso había ocurrido un pequeño incendio que pudo ser controlado de inmediato. Aún así, siguió rellenado los centros de mesa con la supervisión de los encargados.

"Yo como ser humano, no voy a llevar un bidón sabiendo que otra vida y la mía corren riesgo. Los chicos no sabían por qué funcionaba así el centro de mesa, los dueños del bar tendrían que haber controlado, y además no se prendió fuego la media sombra de casualidad, porque podría haber sido una masacre eso", cuestionó Lorena.

Con el avance de la investigación, descubrió que durante los primeros momentos la gente del bar y la policía que llegó al lugar quiso dar vueltas cosas y hacer parecer que la culpa era de los chicos.

Aún así, con las nuevas declaraciones de los presentes (había más de 80 personas en el bar), la situación de los responsables del bar se complica, sobre todo porque se los acusa de haber seguido con el festejo de cumpleaños cuando Lucía se quemaba viva.

"Las cosas que los chicos dicen de mi nena, de como estaba. son terribles, pero yo tengo que estar, tengo que saber. Declararon que entre ellos se tenían que apagar el fuego, porque no podían más del dolor. Incluso los chicos dicen que vieron después que las hornallas de la cocina seguían encendidas. Yo acompaño a los chicos, los ayudo, porque ellos también son victimas, la están pasando mal psicológicamente y físicamente", sostuvo.

Otra de las cuestiones que la fiscal Tamara Vaisman tiene que analizar se relaciona con la habilitación del lugar, ya que se investiga si contaba con los permisos necesarios, y ya había sido inspeccionado por la gente que envía el municipio.

Por esto mismo, la semana que viene van a ser citados los responsables del municipio, al mismo tiempo que la representan del Ministerio Público aguarda los resultados de las pericias hechas en el bar por los bomberos y por el inspector de seguridad e higiene enviado por la fiscalía.

"Estamos esperando que nos digan cómo en esas condiciones alguien pudo abrir. Porque mi nena no pudo salir del lugar, había una puerta de 60 centímetros para la salida, por qué la dejaron ahí. Yo veo que todo es muy injusto, es mucho, todavía no entiendo por qué nadie está preso", se quejó.

Además, la mamá de Lucía indicó que por el momento los acusados no declararon, pero que lo que necesitan como familia es que se produzca el cambio de caratula, ya que ahora la imputación es por "homicidio culposo y lesiones culposas".

"Necesitamos que sea dolo, porque no puede seguir ejerciendo de esta manera este hombre. Yo no quiero que esto vuelva a pasar nunca más. No va a suceder, yo sé que Lucía está conmigo para eso", aseguró.

Para recordar a Costa, este martes 10 de noviembre, a un mes de la muerte de la joven, sus familiares y amigos se reunieron en la plaza de San Miguel para hacer una suelta de globos blancos.

"Fue muy emotivo, doloroso y me dio fuerzas para poder seguir. Yo agradezco a la gente que me apoya. En plaza de se armó una tarima y ahí pude hablar yo, sus amigas, la abogada, y de ahí fuimos al bar, que sigue clausurado, cerró Lorena Osores.

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