06 Julio de 2015 16:13
Dos hombres detenidos hace dos años, acusados de haber violado a siete mujeres luego de drogarlas con la sustancia conocida como “burundanga" y raptarlas en boliches del oeste del Gran Buenos Aires, pactaron en un juicio abreviado una pena de 13 años de prisión.
Los acusados son Cristian Alberto Omar Yenzi Muñoz (31) y Nahuel Alejandro Araya Valdez (31), cuyas defensas llegaron a un acuerdo con el fiscal Eduardo Lennard para evitar el juicio oral que debía realizarse ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Mercedes, informó la agencia Télam.
En el juicio abreviado, Yenzi y Araya se declararon culpables y acordaron cumplir una pena de 13 años de cárcel, logrando así una considerable reducción de las eventuales condenas que podían llegar a recibir en un debate.
Los acusados ponían una droga en la bebida.
La causa había sido elevada a juicio por el fiscal de instrucción de Moreno Gabriel Lorenzo como "rapto, abuso sexual agravado por ser cometido con acceso carnal, por ser gravemente ultrajante y por la pluralidad de intervinientes, y robo, todo en concurso real y en forma reiterada".
Todos estos delitos permitían la sumatoria de penas con un límite que, desde la denominada "ley Blumberg", llega a los 50 años de prisión. Ahora sólo resta que el TOC 3 de Mercedes, homologue el acuerdo al que arribaron la fiscalía y las defensas.
Araya y Yenzi habían sido detenidos el 23 de julio de 2011 cuando fueron sorprendidos "in fraganti" cuando salían de un boliche de Ituzaingó con una chica de 17 años drogada, pero unl juez de Garantías de Morón, los liberó porque aún no se sabía que ellos eran buscados por el rapto y abuso de varias mujeres.
Los acusados fueron detenidos hace dos años.
Cuando el fiscal Lorenzo de Moreno logró que se ordene la detención por una de sus causas, ambos sospechosos se fugaron y estuvieron prófugos durante varios meses hasta que en enero de 2013 fue detenido Araya y, dos meses más tarde, Yenzi.
Cuando elevó la causa a juicio oral, Lorenzo le imputó al dúo cinco hechos ocurridos a mediados de 2011 con ocho víctimas de entre 17 y 24 años -siete llegaron a ser violadas y la octava fue rescatada antes de eso-, que fueron raptadas de boliches de Moreno, San Miguel e Ituzaingó.
Los acusados invitaban tragos a sus víctimas.
Según la investigación del fiscal, los dos imputados seducían a las jóvenes invitándoles bebidas alcohólicas y diciéndoles que eran abogados, hijos de empresarios, políticos o funcionarios.
Si bien los investigadores policiales del caso los bautizaron en su momento con el nombre de "Los Chacales de la Burundanga" (nombre vulgar de la escopolamina), fuentes judiciales explicaron a Télam que en la causa está probado que lo que utilizaban era un ansiolítico llamado "lorazepam".
Siempre según la investigación, los delincuentes trasladaban a las víctimas a una propiedad donde solía pernoctar Araya, ubicada en la calle Berutti al 2300 de Moreno, donde eran violadas en forma reiterada, e incluso también les robaban dinero, alhajas y hasta los teléfonos celulares.
Los abusadores se movilizaban en un auto Chevrolet Astra gris propiedad de un tío del prófugo Yenzi que es policía federal y ese vehículo justamente estaba radicado en la comisaría porteña donde su dueño desempeñaba sus funciones, según determinó la fiscalía.