03 Diciembre de 2020 14:35
La situación procesal del médico personal de Diego Maradona, Leopoldo Luque, comienza a complicarse cada vez más luego de que el titular del Juzgado de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, le solicitó a los fiscales de la causa que definan primero el hecho que se investiga antes de determinar si corresponde darle lugar o no al pedido de eximición de prisión que realizó su defensa.
Cabe recordar que el abogado de Luque solicitó ese pedido a principio de la semana lo que desconcertó a los fiscales de la causa, Laura Capra, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, es que si bien la principal hipótesis se centra en el médico la calificación de la investigación todavía no es por un delito que conlleve año de prisión.
La decisión del magistrado, además, busca que los fiscales avancen con la determinación de cuál será la carátula que tendrá la causa. Básicamente si sigue como un homicidio culposo o pasa a otra calificación. De quedar como homicidio culposo, recién ahí se podría definir si se hace lugar o no al pedido.
Un dato no menor es que a más de una semana de la muerte de Maradona, los fiscales pidieron e hicieron allanamientos en las casas y consultorios del neurólogo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, los dos presuntos responsables médicos de la internación domiciliaria de Maradona, pero a ellos sólo les leyeron los derechos y garantías como posibles imputados y les aclararon que aún no hay elementos para un llamado a indagatoria.
Tres son las alternativas del magistrado: rechazar el planteo por abstracto, ya que aún los fiscales no pidieron el arresto de Luque por ningún delito; aceptarlo para que el médico permanezca en libertad en caso de que en un futuro se solicite su detención; o diferir la resolución hasta el momento en el que eventualmente el Ministerio Público Fiscal la pida.
Por otra parte ayer, comenzaron en la sede central de la Superintendencia de Policía Científica de La Plata los estudios complementarios a la autopsia y los primeros resultados sobre los análisis toxicológicos en orina y sangre podrían empezar a conocerse en 10 días, indicaron las fuentes.
Se trata de los estudios toxicológicos, mediante los cuales se buscará determinar si Maradona tenía rastros de haber consumido alcohol, drogas o alguna otra sustancia en las horas previas a su muerte, y de los histopatológicos, que analizan en forma microscópica los órganos y tejidos.
Una pieza clave para estos estudios es el corazón de Maradona, que fue extraído en forma completa y que, de acuerdo a lo que observaron los médicos forenses que practicaron la autopsia, padecía de una "miocardiopatía dilatada" y pesaba 503 gramos, cerca del doble que uno normal.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años el 25 de noviembre pasado al mediodía, en una casa que su familia había alquilado en el lote 45 del country San Andrés de Tigre, a dos semanas de su externación de la Clínica Olivos, donde había sido sometido a una neurocirugía por un hematoma subdural en el cerebro.
La autopsia determinó que el "10" murió como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y descubrieron en su corazón una "miocardiopatía dilatada".
Sus hijas declararon en el expediente que todas las cuestiones relacionadas a la salud de su padre eran dirigidas por Luque y Cosachov, los dos profesionales que de acuerdo a un acta firmada por la externación de Maradona -y en la que la empresa Swiss Medical recomendaba internarlo en un centro de rehabilitación- quedaban a cargo de su seguimiento médico.
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La investigación del equipo de fiscales, creado por decisión del fiscal general de San Ïsidro, John Broyad, se centra en tres ejes principales: si hubo negligencia médica y por lo tanto un eventual "homicidio culposo", quién tuvo responsabilidades sobre ese posible delito y si la muerte de Maradona se pudo haber evitado.