El crimen de Cynthia Vanesa González, la argentina hallada muerta en el interior de una caja de cartón en una vivienda que alquilaba junto a su pareja, Francisco Cavelli, en Playa del Carmen, presenta incógnitas y pocas certezas. La investigación no avanza y crecen las dudas de la familia, que ahora apunta al novio de la joven.
Vanesa, asesinada en su casa de Playa del Carmen.
Mientras la Justicia investiga el paradero de Ilich Denadie, un joven mexicano que vivía junto a la pareja en la casa, la familia insiste con sus dudas con respecto a la figura de la ex pareja de González. BigBang accedió a una serie de audios enviados por Cavelli a la padre de la joven fallecida unos 15 días después del trágico hecho.
La familia descree del joven.
Según Cavellí, luego de que Vanesa no se presentara a trabajar (debía estar a las 19.30 en el hotel) regresó a la casa y fue el propio Illich quien no lo dejó pasar, al argumentar que se encontraba en pleno acto sexual con otro joven.
Una hora más tarde, Cavelli regresó y logró ingresar: notó el piso mojado, aunque en ese momento no le prestó mayor atención. Según el relato del joven, discutió con Illich por la presencia de un desconocido en el hogar. La familia de González duda de estas versiones.
Illich, el hombre que podría haber matado a la joven argentina.
La familia sólo intercambió unos mensajes de voz con el joven y nunca más logró tomar contacto. Cavelli no se presentó en la fiscalía y sólo dejo un escrito con el que argumentó su posición. Además, el 5 de junio regresará al país y dejará atrás la investigación. Los familiares de Vanesa no comprenden el porqué de tanta falta de interés por el caso.
Por otra parte, Ludmila, compañera de trabajo y amiga de Vanesa en México, le aseguró a la familia que el abogado de Cavelli le pidió que al momento declarar haga hincapié en que González y Cavelli vivían juntos “por una cuestión de tiempos en torno a la hora” en la que la joven fue asesinada. Este pedido encendió las luces de alerta de la familia, ya que entienden que el letrado podría inclinar la investigación hacia un crimen por robo y descartar la posible culpabilidad de su defendido.
En otro orden, los familiares no comprenden cómo Cavelli, luego de regresar de su trabajo la misma tarde en la que había discutido con Illich por la presencia de un extraño en la casa, durmió todo una noche en el departamento sin reconocer que el asesinato ya se había llevado a cabo.
Lo cierto es que la comunicación entre la familia y el joven sospechoso es nula y su versión de los hechos es cuestionable para la madre de la joven. Una vez en Argentina, comprobar su posible conexión con el crimen, será más complejo.