A principios de enero, Elizabeth Toledo fue hallada violada, golpeada y estrangulada en su casa de la localidad bonaerense de Virreyes Oeste. En aquel entonces, las marcas de mordeduras que el femicida había dejado en los brazos de la víctima habían dado esperanzas de su posible identificación.
El crimen ocurrió en Virreyes Oeste, San Fernando.
Y ahora, luego de compararlas con las dentaduras de tres sospechosos, se llegó a la detención de Miguel Rolón, pareja de la víctima, acusado ahora de abuso sexual, homicidio agravado por criminis causa y femicidio.
Las marcas en el cuerpo de Toledo, quien sufría de retraso madurativo, denotaban que al asesino le faltaban algunas piezas dentales, algo en lo cual coincidían los tres posibles culpables, pero el cotejo final apuntó hacia Rolón. Los investigadores buscaran apuntalar el resultado con pruebas de ADN.
En base a esa evidencia, que los investigadores aseguraron que "es como una huella digital", la fiscal de San Fernando a cargo de la causa, Bibiana Santella, descartó durante la investigación a otras dos personas sospechosas y ahora solicitará la prisión preventiva del acusado, adelantaron los voceros.
Los peritos cotejaron la impronta de las mordeduras que dejó el asesino en los antebrazos y brazos de la víctima con las marcas que deja la dentadura de Rolón y de otros dos sospechosos y concluyeron que había una coincidencia con la pareja de Toledo, lo que se convirtió en un indicio fuerte en su contra.
Si bien en el cuerpo de la víctima se advertía que las marcas denotaban la falta de piezas dentales del agresor y a los tres sospechosos les faltaban algunas, finalmente el cotejo arrojó coincidencia con quien era la pareja de Toledo al momento del femicidio.
Coartada derrumbada
El cuerpo de Toledo apareció el 30 de diciembre a la madrugada en el altillo de una casa precaria ubicada en Boedo y Gorriti del barrio Presidente Perón, en Virreyes Oeste (partido de San Fernando).
Rolón era pareja de la víctima.
Según la autopsia, había sido atacada con suma violencia: luego ser abusada sexualmente fue golpeada -especialmente en el rostro- y estrangulada.
Fue el mismo Rolón quien alertó a la policía sobre el hallazgo del cuerpo y declaró inicialmente como testigo. El hombre aseguró haber estado trabajando como sereno al momento del crimen, pero el análisis de las cámaras de seguridad de su lugar de trabajo derrumbaron la coartada.