La Justicia procesó, embargó y detuvo a dos policías acusados de haberse quedado con un rescate que había pagado una familia para liberar a un joven víctima de un secuestro exprés.
Además, los policías dejaron ir a los delincuentes y la familia tuvo que volver a pagar para que dejaran libre a la víctima.
La historia, publicada hoy por portal "fiscales.gov.ar", ocurrió en octubre de 2015, cuando los dos policías le quitaron el dinero a dos de los captores luego de que recibieran el pago por la liberación del joven secuestrado.
A pedido del fiscal a cargo de la Fiscalía Federal 2 de Morón, Carlos Hernán García, el titular del juzgado federal 1 de esa jurisdicción, Juan Pablo Salas, detuvo, indagó y procesó a los efectivos de la Policía Bonaerense Julio Oscar González y Jonathan Ezequiel Cardozo, por "robo con armas agravado por su condición de integrantes de una fuerza de seguridad".
Asimismo, Salas dispuso que la detención de los uniformados se convirtiera en prisión preventiva y se les trabara embargo por la suma de 30.000 pesos.
El fiscal acusó a los policías de robarle a los secuestradores el dinero que minutos antes habían pagado los familiares y, aunque no pudo probar que tuvieran vinculación con los delincuentes, cuestionó que el accionar de los agentes obligó a los familiares a pagar un segundo rescate, lo que hizo peligrar la vida del cautivo.
El hecho ocurrió cerca de la medianoche del 21 de octubre de 2015, cuando un hombre llegaba a su casa en la localidad de Villa Sarmiento, en el oeste del conurbano, a bordo de un Ford Focus y fue interceptado por un Renault Clio del que descendió uno de los secuestradores armado que lo obligó a pasarse al asiento trasero de su auto.
La víctima fue trasladada a una vivienda donde estuvo cautiva al cuidado de dos personas, y escuchó las voces de una mujer y una niña, a quienes no pudo ver por tener su cabeza tapada con una remera.
Los captores se comunicaron con el hermano de la víctima y le exigieron alhajas y 100.000 pesos de rescate. Finalmente, se acordó que se entregarían 40.000 pesos y joyas dentro de una bolsa negra en una estación de servicio Esso ubicada en la intersección de las calles Olimpo y Camino de Cintura.
Tras efectuar el pago, el hermano de la víctima vio que un patrullero de la Policía Bonaerense se dirigía hacia los secuestradores, a quienes procedió a identificar.
Pero los sospechosos se retiraron caminando por la calle Olimpo, con las manos vacías, mientras que la patrulla se alejó del lugar a gran velocidad, en sentido contrario.
En ese momento el hermano de la víctima recibió un llamado de los secuestradores en el que lo increpaban por haber convocado a la policía y lo amenazaban con que recuperara el dinero o matarían a su hermano.
El hombre juntó nuevamente el rescate y les indicó que la entrega se realizaría cerca de la Universidad de La Matanza.
Una vez en el lugar uno de los captores se subió al vehículo, increpó al hermano de la víctima por haber ido con la policía la primera vez, le pegó un puñetazo en la cara y descendió del auto llevándose las llaves y el rescate.
El lugar donde fue liberada la víctima después de pagar el segundo rescate.
El muchacho se comunicó nuevamente con los captores, quienes confirmaron el pago y liberaron a su hermano en las calles Tuyutí y Cañuelas, en Lomas de Zamora.
Los secuestradores nunca fueron identificados pero el fiscal acusó a los policías Cardozo y González por robar el dinero y poner en peligro la vida del secuestrado.