La mochila hallada el sábado pasado en la localidad de General Daniel Cerri que contenía dos teléfonos celulares y los documentos de Facundo Astudillo Castro será sometida a una serie de peritajes por expertos de Gendarmería Nacional en busca de rastros del joven, cuyo cadáver fue hallado el pasado 15 de agosto.
Además, este lunes declaró ante la Justicia el pescador que encontró la mochila, quien reveló que el hallazgo se dio por casualidad, ya que se trata de una zona donde normalmente se pesca con redes cuando sube la marea.
Respecto de la mochila, la cual apareció a unos 500 metros de las vías del ferrocarril en la jurisdicción de General Cerri y a unos 4 kilómetros del lugar donde fueron encontrados los restos esqueletizados de Facundo, el letrado Leandro Aparicio, uno de los abogados de la mamá del joven, aseguró esta mañana que dentro de la mochila además de los teléfonos, también fue encontrado el DNI del joven fallecido, su licencia de conducir y unas monedas.
Los celulares son un Blackbaerry y un Nokia, lo cuales según los propios abogados de Cristina Castro, pertenecían a Facundo y ya fueron remitidos directamente a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) de la Procuración.
Del mismo modo, los investigadores explicaron que en las próximas horas los peritos de Gendarmería serán los encargados de realizar los peritajes en busca de pelos o restos orgánicos que puedan permitir la elaboración de un ADN para que sea comparado con el patrón genético de Facundo con el objetivo de constatar científicamente que se trate de la mochila del joven.
La mochila fue precintada y quedó bajo resguardo de los investigadores el mismo sábado apenas fue aportada por el testigo y en las últimas horas fue remitida a los laboratorios de Gendarmería para que los peritos realicen los estudios correspondientes.
Aunque este objeto fue visto por un pescador el sábado, el domingo también fueron encontradas las hebillas de la mochila, que estaban caídas en el suelo.
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En cuanto al pescador que encontró la mochila, este lunes a la mañana declaró ante los fiscales que tienen a cargo la investigación del caso, Santiago Ulpiano Martínez, fiscal federal de Bahía Blanca; Andrés Heim de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin); y Horacio Azzolin, jefe de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci)."El hombre dice que lo encontró en ese lugar, que está a 15 minutos de la estación Aguará por un camino paralelo a la vía hasta llegar a un lugar que hay algunas huellas de motos. Nos dijo que la gente va a pescar ahí con redes cuando sube la marea", indicó Aparicio esta mañana a la radio FM de la Calle, de Bahía Blanca.
"El me explicó (ayer) que había ido hasta ahí para ver si se podía ir a pescar al otro día", sostuvo el letrado, quien recalcó que esa zona "es un lugar casi inaccesible sin guía". "Es para gente que conoce el lugar. Ninguno de nosotros puede ir hasta ahí. Es un lugar casi inaccesible si no sabés a dónde vas", sumó.
Además, trascendió que el pescador dijo que levantó la mochila porque se estaba empezando a inundar la zona con la subida de la marea, y que cuando llegó a su casa y vio las cosas que había adentro, llamó a la Policía Federal para entregar la mochila.
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Por eso mismo, Aparicio agregó que no tiene "ninguna duda" de que el joven "fue desaparecido por la policía de la provincia de Buenos Aires", y afirmó también que el hallazgo de las pertenencias de Facundo le genera "algunas dudas"."En cuanto a cómo después aparecen las cosas, quién las planta, cómo las ponen, si alguna gente ya sabe que tiene que ir a buscarla, tenemos algunas certezas y algunas dudas”, expresó y agregó que consideran que lo fundamental ahora es rastrear toda la zona y convocar a otros cuerpo de peritos para determinar qué es lo que hay allí.
El caso
Facundo Astudillo Castro fue visto con vida por última vez el 30 de abril pasado, cuando en plena cuarentena por el Covid-19 dejó su casa de Pedro Luro para ir a Bahía Blanca a ver a su ex novia.En el trayecto fue detenido en, al menos, un control policial por violar el aislamiento, aunque se lo dejó continuar y, según cree su madre, tras ello fue desaparecido por policías bonaerenses, quienes finalmente habrían arrojado sus restos en el cangrejal de General Cerri, en el partido de Villarino, donde fueron hallados 107 días después de su desaparición.