11 Mayo de 2017 15:34
Lucas Gómez, el único acusado de haber violado y asesinado a su hijastra Florencia Di Marco en la provincia de San Luis, se suicidó ayer en la cárcel donde estaba detenido. Junto con el cuerpo encontraron tres cartas, una dirigida a su madre, otra a su mujer y la última a sus tres hijos.
Florencia tenía 12 años y fue asesinada el 22 de marzo pasado.
En su celda de la cárcel puntana de Pampa de las Salinas, se encontraron tres papeles escritos en lápiz, junto a una biblia. Cada una de ellas comenzaba con la frase:“hoy decido quitarme la vida".
En la carta dirigida a su mujer, quien también esta presa como involucrada en el asesinato de su hija Florencia, de 12 años, decía que él no la había matado, que la encontró colgada en su habitación y que empezó a tomar y a consumir drogas: “No supe qué hacer, la subí al auto y la arrojé en otro lado porque me van echar la culpa”, según publicó Clarín.
El padrastro dejó tres cartas "explicando" los hechos.
El crimen de Florencia ocurrió en la madrugada del 22 de marzo mientras la madre de la chica estaba internada porque acababa de dar a luz a su cuarto hijo, el tercero que tuvo con Gómez. "Tomé una mala decisión, como siempre, y no supe qué hacer. La subí al auto y la arrojé en otro lado'”, dijo a su esposa en su carta de despedida.
El cuerpo de la niña fue encontrado abajo de un puente en El Saladillo. Dos días después detuvieron a Gómez, acusándolo de "abuso sexual doblemente agravado por la calidad de guardador y por mediar situación de convivencia preexistente” y “homicidio criminis causae por mediar alevosía y violencia de género".
Gómez fue detenido dos días después de hallado el cuerpo de Florencia.
La madre, Carina Di Marco, también fue detenida por el mismo delito pero en calidad de “partícipe necesaria por omisión”. La autopsia reveló que había sido abusada previamente y luego se conoció que la chiquita les había dicho a sus maestras: “Mi papá me acaricia”.
La madre de Florencia también se encuentra detenida.
En la misiva dirigida a sus hijos, Gómez se despide y les dice que los quería mucho, mientras que en la que le dejó a su madre le pedía perdón y que cuide a sus chicos. Los niños están hoy están bajo la tutela de familias solidarias.
El hombre estaba en un pabellón aislado y la mayor parte del día lo pasaba en su celda. Según las autoridades penitenciarias, el aislamiento era por precaución porque había detenidos que habían dado a entender que lo iban a matar”.
Ayer encontraron su cuerpo colgando de una ventana. Por ahí pasó el lazo que le comprimió el cuello y que había sido armado con parte de un cable de red, que sospechan sacó de la zona común del pabellón donde solía haber un teléfono, y el cordón con que se ajustaba el jogging.
Foto apertura: Mendoza Post.