Una presunta infidelidad, que terminó en tragedia, sorprendió a Villa Celina y tuvo lugar en la madrugada del domingo, en la esquina de 9 de Julio y Roosvelt. Gimena Morales Paco y Gilberto Castro eran padres de dos niños pequeños. Horas antes estaban en una reunión con amigos. En un momento de la madrugada, se dirigieron al kiosko a comprar, pero un hombre con un arma de fuego los interceptó en la calle y les dio un disparo a cada uno, en la cabeza.
Hasta ahí sólo se trataba de un posible robo, pero la declaración de un testigo dio vuelta la investigación. Según la persona que declaró, segundos antes de las detonaciones dijo haber escuchado a un hombre exclamar: “Vos sos el de la bicicleta, ¿Qué hacés con mi mujer”. Un instante después, el vecino oyó al menos tres disparos de arma de fuego.
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La policía llegó a la escena del crimen minutos después, tras un llamado al 911, pero ya no había rastros de él o los asesinos. En cambio, en el lugar habían quedado los cuerpos de un hombre de 28 años con un tiro en la cabeza y de una mujer de 32 que agonizaba con un balazo también en el cráneo. La víctima herida, de nacionalidad boliviana, fue trasladada de urgencia al Hospital Balestrini de La Matanza. El proyectil le causó un daño irreversible y los médicos no pudieron salvarla.
“Era una mujer y un hombre, llevaban dos pack de latas a eso de las 5 y media casi 6 de la mañana. Creo que deben ser de la zona que salieron a comprar. Le dieron un tiro a cada uno en la cabeza y 2 en la pared”, aseguró otro vecino en diálogo con el sitio Infocom La Matanza.
A través de las imágenes que captaron las cámaras de vigilancia del barrio, los efectivos de la comisaría 7° del distrito lograron establecer que los homicidas habían dialogado con personas que salían de un boliche bailable minutos antes del ataque; y que uno de ellos luego se cambió de ropa.
Los cuerpos fueron reconocidos por los familiares de Morales Paco, quienes le detallaron a los investigadores que Castro y la muchacha eran pareja desde hacía seis años y que tenían dos hijos en común, a la vez que agregaron que no existían denuncias por actos de violencia de género.
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Los peritos de la Policía Científica secuestraron tres vainas servidas y un plomo deformado, al tiempo que constataron que ambas víctimas llevaban consigo sus pertenencias, por lo que se descartó la hipótesis de que se trataba de un robo. Esto, sumado al testigo que escucha al tirador acusar al hombre asesinado de protagonizar una infidelidad con su mujer, inclinó la investigación sobre la hipótesis de una posible venganza como desencadenante del doble crimen. El caso es investigado por el fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, y personal de la comisaría de Villa Celina.