23 Agosto de 2023 13:51
Persianas bajas, locales cerrados y hasta balas de goma para esquivar los robos. El martes se transformó en un día repleto de miedos y temores producto de los saqueos que se difundieron no sólo el Buenos Aires sino también en Mendoza y Córdoba, y si bien en ningún lugar pasó a mayores y solamente tomaron precaución para que esto no suceda, los comerciantes se mostraron totalmente saturados por la situación.
En Avenida Avellaneda, zona ubicada en el barrio de Flores donde principalmente se vende ropa y todo tipo de calzado con precios bajos, bajaron las persianas de los locales a la tarde y lo mismo sucedió en Once y en las provincias de Mendoza y Córdoba. Si bien algunos de esos saqueos no sucedieron, sí la alerta por WhatsApp era máxima a tal punto de generó miedo en todos los comerciantes del país. Pero lo peor ocurrió en Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero, cuando tres comerciantes salieron en las inmediaciones de sus locales con balas de goma disparadas hacia saqueadores que se encontraban merodeando por la zona preparando un plan estratégico para ingresar.
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La tarde caía y cerca de las 19 horas, cuando ya era casi de noche en la ciudad, un grupo de individuos encapuchados y vestidos con colores oscuros intentó saquear comercios del centro comercial a la vista de todos. Atento a ello, los empleados de una pañalera corrieron hacia la vereda con escopetas y empezaron a disparar para ahuyentar a las personas que se quisieron meter en su local.
La situación fue totalmente preocupante y alarmante, porque si bien no ingresaron a la pañalera y perfumería, se vio a personas encapuchadas en la vereda intentando ingresar. Aun así, la reacción de los trabajadores fue mucha más rápida y con una escopeta en mano los obligó a retirarse de las inmediaciones. Por ahora, no pasó a mayores pero igualmente, todos los comercios de la zona pidieron refuerzos de seguridad.
En diálogo con medios de comunicación que se acercaron a la zona, Eduardo, el dueño de la pañalera relató: "Es muy triste, pero ¿qué otra cosa puedo hacer? Somos gente de laburo, hace 35 años que estamos acá. No es que uno haya hecho un mal, ponete en nuestro lado. ¿Vos te crees que es lindo ponerse con una escopeta? Si entraban, nos daban a todos”.
"Yo vivo acá, no es que tengo el negocio en otro lado. No es algo que a uno le gusta hacer. Uno ve que pasan 200 personas, todos encapuchados, que no son del barrio. ¿Qué otra cosa puede hacer? Había vecinos que tenían escopetas, se pusieron en mi local. Un negocio de al lado tiró un par de escopetazos porque se le metían. Y ahí se calmó un poco. Fue una hora que fue un descontrol. Saquearon un par de negocios. No pudieron entrar acá y se fueron al supermercado Día", indicó. Y si bien en las imágenes que brindaron las cámaras de seguridad no se detalla esa cantidad de gente, contó que además de ser todas ellas, a la par gritaban “vamos a saquear”, lo que hizo que el ambiente se ponga aún más tenso.
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En cuanto a la situación, Eduardo lo comparó con la crisis del 2001 y dijo que lo que sucedió lo hizo sentir como si estuviese nuevamente viviendo en esa época. "Mi local tiene rejas y te las arrancan. Si no te quedas te roban todo y te pueden linchar. Lo más probable era que te maten. Yo me acuerdo de 2001, lo vi. Acá había en ese momento un chino que le sacaron las heladeras. Las cargaron en una camioneta. Acá hay miseria como en todos lados, es complicada la inseguridad, pero como en todo el conurbano", sumó."La carnicería a la que quisieron entrar, acá al lado, tiene 75 años. Yo no sé lo que es cerrar una semana de vacaciones. Laburamos, laburamos y otra vida no tenemos. Pero es muy triste el momento que tenés que agarrar un arma y defenderte", cerró.