por Noa Liberman
01 Junio de 2023 16:42Este jueves tuvo lugar la última audiencia testimonial del juicio por el crimen de Lucas González, el menor de 17 años asesinado en el 2021 por la policía de la Ciudad. El inspector de la Policía de la Ciudad, Héctor Cuevas, quebró el pacto de silencio y reveló que vio cómo Gabriel Alejandro Isassi, el acusado de disparar, plantó un arma en el auto de la víctima para luego indicar que fue “un enfrentamiento armado”.
Eran las 14:30 en la sala del Tribunal Oral Criminal N°25 cuando Cuevas declaró lo que sucedió en la mañana del crimen. “Es mi deber decir qué vi ese 17 de noviembre, si no lo hice antes es porque tengo pánico, tengo miedo, de qué les puede llegar a pasar a mi familia, a mis hijos, después de que declare. No sé trató de un solo loquito disparando, hay un trasfondo acá”, expresó.
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Luego de esto, el imputado por encubrimiento contó cómo llegó al lugar del hecho: “Llegue pidiendo apoyo por enfrentamiento armado. Vi a Lucas muy malherido, mucha sangre. Vi unas mochilas, me asomo a la parte de atrás y no había armas, ningún tipo de armas, ni de fuego ni de juguete, no la vi”.
Respecto al arma de juguete que se encontró en el auto de las víctimas y que no pertenecía a ellas, el imputado reveló que hubo dos colegas que aparecieron en la escena del crimen y que aún no están detenidos ni acusados: “A las 10:30 veo que llega una moto que depende de la Comisaría y que la manejaba el oficial Torres, con una persona atrás de civil. Al oficial Torres le dicen 'Cachorro'. Se baja esa persona de civil, tenía una gorrita blanca y va y habla unos segundos con el subcomisario Inca, que estaba cerquita mío. Y escucho cuando le dice: 'Andá a poner eso'.
En la misma línea, agregó: “En la parte trasera de la puerta trasera, que estaba abierta, el hombre tira el arma que trajeron de un cofre de la comisaría Comuna 4”. Esto generó un fuerte impacto ya que indicó que en la oficina policial tenían preparada una coartada frente a los casos así.
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A raíz de esto, Cuevas reveló que luego de ver en los medios de comunicación la cara de los detenidos por el crimen, identificó quién fue el encargado de plantar el arma: “Yo entré en pánico, pensé en mi familia, en mis hijos. No sé qué les va a pasar después de esto. Después de ver las noticias, identifico que uno de los tres que detienen de la Brigada era el que había puesto el arma. Era Issasi”.
“Lo que hicieron es una locura. No puedo decir quién ordenó que vayan a buscar esa arma, pero sí les puedo decir después que pude reconocer a Issasi, que vino en la moto de la Comuna traído por Torres, habló con Inca y que Inca le dijo: 'Poné eso en el auto'”, afirmó Cuevas.
Por otra parte, Daniela Lozano, una policía que patrullaba la zona del crimen en la mañana del 17 de noviembre y que fue la encargada de cortar el tránsito, declaró que habló con Cuevas luego del asesinato: “Él me manda dos fotos, como cuando uno le saca a una tele. Yo le comento lo que había visto y lo que decían en las reuniones de los policías. Le pregunté si era como decían los polis, que le habían puesto una réplica. Él me dice: 'Se la pusieron'. Después le pregunté cómo estaba el chico y me dijo: 'Tiene muerte cerebral'. Le dije que yo había escuchado cinco disparos y él me dice que fueron más, que entre los tres fueron como 20?.
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“Para nosotros fue un día positivo. Tengo unos nervios bárbaros. Nos costó muchísimo cada una de las audiencias y la de hoy fue muy positiva porque uno de los policías que estuvo involucrado dijo parte de lo que vió. Un poco de la verdad”, afirmó en Big Bang News Ricardo Zuñiga, padre de uno de los sobrevivientes del hecho.El hecho
El 17 de noviembre del 2021 Lucas González, junto a tres amigos y sobrevivientes del hecho, salió de su entrenamiento de fútbol en Barracas Central. Tanto él como sus amigos tenían el sueño de ser jugador profesional.Sin embargo, a las 9 de la mañana de ese miércoles, su esperanza fue arrebatada por tres policías de la Ciudad que estaban de civiles y encubiertos. En ese entonces, los efectivos vigilaron, esperaron, persiguieron y le dispararon al auto en el que el joven iba a bordo.
Por esta razón, el menor recibió un impacto del arma de fuego en su cabeza, que le costó la vida. Minutos después del asesinato, llegó el encubirimiento efectuado por once comisarios y policías de la misma comisaría que los imputados.