La Justicia de Quilmes condenó a 13 años de prisión por abuso sexual infantil a Ramón Estigarribia, más conocido en la zona como "El Paya Moncho", nombre artístico con el que se desempeñaba como payaso en las actividades que organizaba para recaudar fondos para una ONG en la zona de la localidad bonaerense de Ezpeleta, que finalmente usaba como excusa para su perversión. La decisión del Tribunal Oral N°5 llegó luego de dos años de detención, en los cuales la investigación de la fiscal Mariel Calviño llegó a la conclusión de que el condenado organizaba eventos solidarios en los que brindaba su espectáculo para acercar a niños y familias, quienes traían donaciones para causas sociales, pero se encontraban con el verdadero fin de Estigarribia: el abuso.
Durante el juicio, una de sus víctimas confesó todos los abusos que recibió desde que tenía seis años, ya que el payaso era un "amigo de la familia" a quien le tenían "mucha confianza". "Me llevó a su habitación, puso Bob Esponja en la tele y me hizo acostar. Luego me pidió que jugara un juego con él y comenzó a tocarme", narró.
La declaración fue fundamental porque la que hizo recién cuando pudo animarse, tras cumplir los 18 años. "No podía dejar que este cínico siguiera cerca de niños vulnerables", disparó el joven. A partir de su acusación llegaron otras, que fueron determinantes para confirmar la conducta criminal del supuesto animador.
Cuando "El Paya Moncho" cayó, esta víctima expresó un desgarrador testimonio ante TN. "Me hace acostar en la cama él, se acuesta al lado y ahí se insinúa. Yo siento algo atrás en mi espalda y cuando me doy vuelta le digo '¿qué estaba haciendo? no sé qué hacer'. Y ahí veo que saca sus partes íntimas", reveló.
"En ese momento quedé en shock y digo '¿qué estás haciendo? ¿Qué haces? ¿Qué quieres hacer? Después, al momento, me levanto y me dice 'por favor, no vayas a contar a nadie'. En ese momento quede en shock y después de años lo puede contar. Pero nadie me creyó", contó el joven que sumó que cuando denunció "ya se estaban moviendo" porque había otra acusación previa.
"Me siento angustiado y apenado por los chicos, las víctimas que a lo largo del tiempo hubo, por momentos me siento un poco culpable porque en ese momento si yo hablaba, no iba a pasar, no iba a haber tantos abusos con tantas víctimas", lamentó. El Ministerio Público Fiscal había pedido 20 años a partir de todos los testimonios similares que se oyeron en el juicio.