El homicidio de Lucas Iván Cancino sigue generando indignación, sobre todo entre los vecinos de Quilmes. ¿La razón? uno de los detenidos por el crimen del adolescente de 17 años, Nazareno Juan Cruz Mejía, alias “Convulsión”, de 20 años, había sido detenido por "robo agravado" y fue liberado cuatro días después por el juez Martin Nolfi, a cargo del Juzgado de Garantías Nº2.
Ese mismo juez había sido repudiado el año pasado por mantener durante dos días detenido en la Comisaría 9° de Quilmes a Jorge Ríos, el jubilado de 72 años que mató a un delincuente que había entrado a robar a su casa mientras dormía y al que luego, le otorgaron la prisión domiciliaria. El hecho de que el jubilado sufría de EPOC, había tenido un infarto y solo tiene un riñón estuviera fuera de su casa ponía seriamente en riesgo su salud e indignó a la población.
A su vez, por entonces la pandemia por el COVID-19 estaba en su apogeo y el riesgo de que el jubilado pudiera contraer la enfermedad era alto. Por tal motivo y ante el gran revuelo que generó su detención, se le otorgó el arresto domiciliario. “Su edad y comorbilidad lo colocan en grupo de riesgo alto. Igual, seguirá acusado por homicidio agravado”, habían confiado por entonces las autoridades.
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El fiscal a cargo de aquella causa, Ariel Rivas, considera que el hombre de 72 años es responsable del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, ya que cree que le disparó al ladrón cuando estaba en el suelo y ya fuera de su casa. A pesar de que la defensa de Ríos intentó recusar al fiscal, el juez de la causa rechazó la medida, y actualmente Rivas continúa al frente de la investigación. Esto puso, una vez más, en la mira al juez.
Para la familia del jubilado, el fiscal no está capacitado para estar al frente de la investigación, tanto por la manera en que trataron a Jorge al dejarlo detenido con las heridas que tenía y su frágil condición de salud, y también porque notaron "varias cosas que no se cumplieron y varios vacíos". "A Jorge lo mandaron a la cárcel con toda esta patología, de hecho quedó asentado que se descompuso, la policía llamó al SAME y le dijeron que él tenía que estar en un lugar cálido y lo llevaron a la celda de nuevo", le había contado a este sitio Fernando Soto, uno de los abogados que defiende al jubilado.
Ríos será juzgado por un jurado popular por un delito por el que podría recibir una pena de hasta 25 años de prisión. La causa por el crimen de Martín “Piolo” Moreyra (26) fue elevada a juicio en agosto de este año por el juez Nolfi, a requerimiento del fiscal Rivas, quien lo había pedido el 16 de julio pasado, un día antes de cumplirse un año del hecho. De hecho, Nolfi requirió a la Cámara de Apelación y Garantías en lo penal de Quilmes que designe un “Tribunal con jurados” para llevar adelante el debate oral y además decretó la inhibición general de los bienes del jubilado Ríos por la suma de 1.834 pesos “para responder a los gastos y costas del proceso”.
Actualmente, el juez Nolfi volvió a estar en el centró de las críticas al ser relacionado con uno de los acusados de asesinar a Cancino poco antes de ir al colegio. Todo ocurrió cerca de las 7.50, cuando el chico de 17 años salió de su casa ubicada de la calle Combate Naval de Quilmes, entre Lugones y Ascasubi, de ese distrito de la zona sur del conurbano, y se topó con un hombre que mediante golpes y amenazas lo apuñaló para sacarle sus pertenencias.
El estudiante sufrió una herida mortal en el tórax y por el crimen fueron detenidas dos personas. El primero fue Agustín Rodrigo Rivas, alias “Chancho”, de 19 años, quien fue señalado como el autor material del crimen y tiene antecedentes: sobre él pesa la acusación de averiguación de ilícito ocurrido el 8 marzo de 2021 y el 26 de mayo fue acusado por "robo simple", investigación que está en manos de la fiscal Karina Gallo, quien también lleva adelante la causa de Cancino.
El otro detenido fue Nazareno Juan Cruz Mejía, quien fue acusado de "robo agravado" de vehículo dejado en la vía pública con un arma no apta para disparar el 24 de junio de 2020. Si bien fue detenido, el juez Nolfi lo liberó a los cuatros días al considerar que el delito era excarcelable ya que el delincuente usó un arma no apta para el disparo.
De hecho, en septiembre de 2020, Mejías se sometió a un juicio abreviado frente el Tribunal Oral en la Criminal Nº1 de Quilmes, donde se lo condenó a tres años de cárcel en suspenso: pactó una pena excarcelable y por eso quedó en libertad. Según varios vecinos de la zona, la primera reacción del chico de 17 años fue oponerse al robo y fue ahí cuando fue herido de muerte con un cuchillo hallado a 300 metros de donde mataron a Lucas.
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Como se encontraba a pocos metros de su casa, alcanzó a cruzar la reja de la entrada para pedirle ayuda a sus abuelos, pero se desplomó apenas ingresó al domicilio. Minutos antes de las 8, un llamado alertó sobre el menor herido por un arma blanca, por lo que efectivos de la Bonaerense se trasladaron inmediatamente al lugar acompañados por una ambulancia del SAME, la cual constató al llegar que el adolescente había perdido la vida.
La fiscal Karina Gallo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°4 de Quilmes, quedó al frente de la investigación y estuvo trabajando en el lugar cerca del mediodía de ayer. El hecho fue calificado como homicidio en ocasión de robo y mañana serán indagados los spspechosos. Mientras tanto, familiares y vecinos de Lucas marcharon para pedir Justicia y Seguridad, en Avenida Mitre y Juan C. Varela, en Ezpeleta.