Oscar Gómez, alias el “Sapito”, nunca debería haber ingresado al estadio Mario Alberto Kempes. Tiene un proceso judicial abierto por la muerte de Agustín Balbo, hermano de Emanuel, el joven hincha de Belgrano arrojado desde la tribuna el pasado sábado, por lo que las autoridades debieron ejercer el derecho de admisión sobre su persona.
Gómez, en la tribuna de Belgrano años atrás.
El “Sapito”, prófugo de la justicia hace más de 24 horas, es una especie de maldición para la familia Balbo. En 2012 participó de la muerte del hijo menor del matrimonio: atropelló con su vehículo a Agustín en una picada mortal y ahora la fiscal a cargo del caso, Liliana Sánchez, lo catalogó como el autor “intelectual y material” de la agresión a Emanuel, cuyo complejo estado de salud es irreversible.
La imagen previa a la caída de Emanuel Balbo.
Para los investigadores, Gómez es el primero que “trompea” a Balbo y luego lo acusa en medio de la tribuna de ser hincha de Talleres para provocar la reacción del resto de los hinchas.
Gómez es integrante de la barra brava de Belgrano y pertenece a la facción denominada “La Igualdad”. Por el asesinato de Agustín Balbo estuvo detenido sólo un mes y esperaba el juicio en libertad, lo que le posibilitó ir a la cancha. Concurre hace más de cinco años a los estadios tanto de local como visitante sin ninguna restricción a pesar de que tiene una causa abierta en su contra.
Balbo fue a increpar a Gómez por la muerte de su hermano.
Para la Justicia, Gómez tiene la misma responsabilidad que los cuatro detenidos hasta el momento que golpearon y tiraron al vacío al joven. Su búsqueda se incrementó en las últimas horas por orden de la fiscal del caso: se realizan rastrillajes en toda la provincia de Córdoba. Su detención supondría un juicio por partida doble. Es que el barra está involucrado en la muerte de los dos hermanos Balbo.
La Policía cree estar cerca de su detención. "Lo tenemos cercado", manifestó la fiscal. Según trascendió, Gómez no tendría recursos económicos para alejarse más allá del territorio provincial. La familia espera su detención.