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Rápido y furioso: cae una banda narco con coches deportivos de lujo y lingotes de oro

Hubo 16 personas detenidas al cabo de varios allanamientos. Fueron secuestrados 45 vehículos, motocicletas, una moto de agua y dinero en efectivo.

17 Noviembre de 2017 14:50
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Después de una investigación de más de tres años, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, desbarató una organización narco, detuvo a 16 de sus integrantes, secuestró automóviles de lujo, dinero en efectivo en pesos y en dólares, tres lingotes de oro y joyas.

Según informó el Ministerio de Seguridad de la Nación, la organización, con centro en la provincia de Buenos Aires, tenía múltiples conexiones internacionales.

Con la participación de la Gendarmería Nacional, se detuvo a 16 integrantes de la banda, entre ellos a Gustavo Sancho, señalado como el cabecilla, y quien estuvo en su momento vinculado al crimen de la nena Candela Rodríguez, ocurrido en 2011, en el partido de San Martín, asesinada después de haber sido secuestrada.

Una de las motos de la banda.

Los allanamientos permitieron además decomisar dos kilos de marihuana, 45 autos de alta gama, 12 motocicletas, una moto de agua, 135 teléfonos celulares y computadoras. Asimismo, se secuestró gran cantidad de dinero: 323.413 dólares, 37.610 euros, 2.312.512 pesos, tres lingotes de oro sólido y joyas.

Entre los vehículos secuestrados había vehículos de alta gama, como una camioneta Volvo, y un Chevrolet Camaro, un deportivo de lujo, que tiene un precio de más de 90 mil dólares, y que se comenzó a importar hace pocos años, en un número reducido.

“Este procedimiento fue posible gracias al profesionalismo de las fuerzas federales, que con paciencia llevaron a cabo una serie de tareas de inteligencia para obtener toda la información necesaria sobre la producción, el traslado y la comercialización de la droga", aseguró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

narco

Uno de los integrantes de la banda al momento de su arresto.

“El despliegue de 600 efectivos de la Gendarmería nos permitió finalmente arrestar a los miembros que se encargaban del acopio de la droga, la logística elaborada para su envío a capitales europeas y todo el entramado para el lavado del dinero proveniente del narcotráfico”, agregó Bullrich. Y concluyó: “Incautamos también una gran cantidad de autos de lujo, motos y dinero en efectivo”.

El “Operativo Quijote”  dio cuenta del “modus operandi” de la organización: traían la droga desde Bolivia o Perú y, en vuelos clandestinos que se realizaban generalmente de noche y bajo malas condiciones climáticas, era trasladada hacia distintos puntos de la provincia de Buenos Aires (generalmente Azul, General Rodríguez y Mar del Plata).

Con conexiones en Paraguay, Brasil, Ecuador, Canadá, España y el norte del continente africano, el destino principal de las sustancias era Europa. La complejidad de la banda demandó que la Unidad de Operaciones Antidrogas de la Gendarmería coordinara acciones y cooperara con las fuerzas policiales de todos los países involucrados.

 

A instancias del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de San Isidro, a cargo de Arroyo Salgado, se llevaron a cabo 45 allanamientos en el conurbano bonaerense, Mar del Plata, Pinamar, Capital Federal y la ciudad de Sáenz Peña, Chaco. Así se detuvo a Sancho, el líder de la red criminal, y a otros 15 miembros.

El empresario Gustavo Sancho, de 57 años, fue investigado en profundidad. Oriundo de la ciudad de San Martín, se lo vinculó con el crimen de Candela Rodríguez a partir de las declaraciones del padre de la víctima. Fue detenido en distintas oportunidades y en los últimos años se dedicó a la compra de avionetas que, luego, eran acondicionadas para el traslado de estupefacientes, según la acusación.

Según surgió de la investigación, habían diagramado una ruta para la droga: la adquiría en Bolivia y Perú, hacía escala en Paraguay hasta llegar a General Belgrano, provincia de Buenos Aires, donde sus subordinados, vestidos de traje y portando armas largas, la recibían y la acondicionaban en vehículos ligeros. Finalmente, escondían las sustancias en mercaderías y se enviaban hacia España a través de los puertos de Rosario y Mar del Plata.

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