Walter Zambón pasó de tener su título de médico profesional de la salud a ser llamado "Doctor Horror". En un lapso de dos años, fue condenado dos veces por abusar sexualmente de dos mujeres. En primer lugar, en el 2022 la Justicia le otorgó 13 años de prisión por atacar sexualmente a su hijastra menor de edad y en las últimas horas, la Justicia le aplicó una nueva pena de 11 años por el mismo caso, pero esta vez la víctima fue su sobrina.
Ambos abusos sexuales con acceso carnal fueron comprobados, por lo que el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de San Isidro, integrado por los jueces Alberto Ortolani, Gonzalo Aquino y Sebastián Hipólito Urquijo decidieron aplicar una nueva condena bajo la caratula de "abuso sexual agravado por haber mediado acceso carnal y por provocar un grave daño en la salud mental de la víctima". Así es como, el ex director de una clínica de Beccar, pasará 24 años tras las rejas.
En cuanto a la última resolución tomada, el juez Ortolani aseguró que la misma se realizó en base al relato de la víctima, ya que pudo identificar con detalles el suceso de horror que le tocó vivir. "Analizado el relato de la víctima, no advierto que la misma se haya pronunciado con algún interés ajeno a la búsqueda de la verdad", indicó.
Luego, agregó: "Su discurso apareció como creíble, acompañado más allá del lenguaje verbal, por expresiones faciales y corporales en consonancia con sus manifestaciones. Dio respuestas sencillas, directas y pudorosas al momento de responder, mostrando cuidado verbal al referirse a su intimidad sexual, y relacionadas directamente con el hecho que la damnificara".
Además de las declaraciones del juez, La Nación tuvo acceso a la declaración de la víctima, en este caso la sobrina del condenado y según pudieron mostrar, la joven es oriunda de Corrientes, de la ciudad de Curuzú Cuatiá, al igual que Zambón y decidió mudarse hacia Buenos Aires en el año 2016 con el fin de estudiar una carrera universitaria. Entre familias, arreglaron que el médico pueda alojarla por un determinado tiempo en su vivienda, ubicada en el country San Jorge en Los Polvorines, hasta que pueda comenzar a manejarse sola por la ciudad.
En aquel domicilio, Zambón vivía junto a su esposa, la hija que tenían en común y otros dos hijos que había tenido con su ex pareja, por lo que consideraba una idea totalmente aceptable que su sobrina también se sume a la convivencia familiar. Sin embargo, además del "Doctor Horror", también se convirtió en el "Tío Horror".
En su relato, la víctima declaró que en un comienzo ni bien se mudó a Buenos Aires tenían un vínculo familiar de tío y sobrina, hasta que todo se transformó en discusiones, peleas y momentos crueles entre todos. No obstante, confirmó que lo que hizo que la relación se termine entre los dos fue el hecho de que ella había invitado a un amigo de su edad a la casa a merendar. "La convivencia era insostenible, yo invité a un amigo a mi casa y ahí estalló todo", contó.
Y siguió: "Ahí él se enoja conmigo y me empieza a decir quién era yo para meter tipos en su casa, que yo no iba a hacer lo que quería, y que me echaba de la propiedad, por eso me tuve que ir a otro lado". En ese momento, la víctima aclaró que debió marcharse de esa vivienda hacia otro lado pero tiempo más tarde, Zambón se comunicó con ella para contarle que se había separado, que estaba triste y muy solo, y que le ofrecía regresar a la casa para retomar el vínculo familiar que tenían.
Fue ese día en que sucedió el hecho de horror por el cual hoy Zambón se encuentra condenado y así lo definió el falló: "Entre el día 18 de marzo de 2018, a las 21.00 horas y el 19 de marzo de igual año, a la 1.30 horas, en el domicilio del imputado sito en Av. Centenario 2050, 14vo. piso, departamento A de la localidad de Beccar del partido de San Isidro, el mentado Walter Raúl Zambón abusó sexualmente de su sobrina".
En esa misma línea, la joven prosiguió: "Yo me quedé paralizada, no me funcionaba el cuerpo. Le decía 'no, basta, por favor'. Pero él seguía. Me decía 'Relajate pendeja, te voy a cuidar', '¿con quién querés hacer un trío?'" y continuó: "Yo reacciono porque me dieron arcadas, y me voy al baño que estaba al lado del dormitorio. Alcanzo a agarrar mi ropa que estaba tirada en el piso, y en el baño me empiezo a limpiar con papel higiénico lo más que pude".
Por último, detalló: "Me cambio y cuando salgo, él ya se había ido al comedor. Le dije que me quería ir, y él me dice '¿Seguro te querés ir?' Le respondí que sí. Y en ese momento, me abre la puerta del departamento y bajé sola en el ascensor llorando. La puerta de ingreso del edificio me la abrió el personal de seguridad de abajo".