13 Julio de 2016 11:56
"No existe la corrupción cuando se hace la voluntad de Dios". La frase la pronunció ni más ni menos que el padre Rafael García Herreros al informar que el narcotraficante número uno, Pablo Escobar Gaviria, le había donado dinero para llevar bienestar a la dividida sociedad colombiana en los años ochenta.
Treinta años más tarde, en la Argentina, la hermana Celia Inés Aparicio ayudó al ex secretario de Obras Públicas, José Francisco López, a arrastrar varios bolsos con US$ 9 millones en total hacia el interior del Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima. Afuera, increíblemente, quedó el arma.
Por eso, el fiscal federal Federico Delgado solicitó la declaración indagatoria de la hermana Inés porque sospecha de que encubrió a quien durante doce años manejara US$ 90.000 millones de la Obra Pública.
Del convento de General Rodríguez a los otros casos en todo el mundo.
Sin embargo, los oscuros casos de eclesiásticos argentinos y colombianos no son los únicos.
De América al mundo
Quizás el caso más parecido sea el sucedido en marzo del 2011 en Zaragoza. Es que las monjas de clausura Santa Lucía de Zaragoza denunciaron que le robaron ? 1,5 millones guardados en la institución, pero la Justicia de España luego las investigó por el origen del dinero.
"No entendemos qué sentido tiene guardar esa cantidad de plata si deben vivir austeramente", se preguntaban desde el arzobispo de Zaragoza en relación a los millones acumulados en billetes de ? 500 escondidos en bolsas de plástico en un armario del monasterio.
Finalmente, a partir de las revelaciones de la Lista de Hervé Falciani, la Justicia de España descubrió en 2015 que el Instituto de las Religiosas de San José de Gerona tuvo depositados en 2007 casi ? 2,7 millones en dos cuentas del HSBC en Suiza. Es más: las cuentas a nombre de la hermana Anunciación Lázaro Cabañés llegaron a tener ? 8.994.729.
