La foto parece sacada de una película de terror estadounidense, pero la realidad supera la ficción en el caso del múltiple homicida Roberto Carmona apodado "La Hiena Humana". Su historial criminal data del año 1986 y su última víctima se la cobró en 2022.
Carmona afronta un nuevo juicio por el que podría recibir su cuarta condena perpetua tras haber asesinado a sangre fría a un taxista llamado Javier Rodrigo Bocalón que manejaba su taxi en la ciudad de Córdoba capital.
El hecho también parece sacado de una ficción, imagínelo: Carmona había sido autorizado para realizar salidas transitorias mientras se encontraba cumpliendo sus tres condenas (dos perpetua y la última por 16 años) en el penal de la provincia de Chaco.
Las salidas de Carmona se hicieron efectivas desde el año 2014 en el que pidió autorización para visitar a su pareja (Ángela Elizabeth Etudie) en Córdoba, esas visitas eran cada cuatro meses. Lo más cinematográfico del caso es que el día del último asesinato de Carmona, el 13 de diciembre de 2022, la Selección Argentina jugaba una semifinal que luego la definiría como Campeona Mundial.
Aprovechando ese evento social, sucedió ¿lo inesperado? "La Hiena Humana" no sólo eludió a cinco guardias del Servicio Penitenciario de Córdoba sino a un enfermero que estaba a cargo de su custodia, se subió al taxi que manejaba Bocalón que se resistía a ser atracado.
Instantáneamente, "La Hiena Humana" sacó un cuchillo y mató de seis puñaladas al taxista que murió al instante. Luego del asesinato chocó el auto del taxista lo que obligó a Carmona a robar el auto de otra mujer para seguir en su intento de fuga. Sin embargo volvió a chocar en la ruta 20 en las afueras de Córdoba; según comentan fuentes policiales, el asesino intentó seguir su fuga a pie pero fue allí donde fue interceptado por autoridades policiales.
En su declaración, Carmona detalla: "Retumba en mi cabeza el 'no me mates, no me quites la herramienta de trabajo...'", le decía Bocalón. En su relato, Carmona contó: "Él eligió el auto a la vida". Y, para terminar "La Hiena Humana" expresó: "Yo era un depredador".
Carmona enfrenta un proceso judicial con 61 años y casi una decena de asesinatos. Ahora lo custodian varios agentes del Servicio Penitenciario y se enfrentará a un jurado popular que podría llevarlo a cumplir su tercera condena perpetua.
La ruta del crimen de "La Hiena Humana"
En 1982 Carmona fue condenado a 10 años de prisión por una causa de robo calificado, privación de la libertad y tenencia de drogas.
Sin embargo en 1986 asesinó a sangre fría a Gabriela Ceppi, una adolescente de 16 años. La había raptado a punta de pistola cuando ella y dos amigos trataban de solucionar un problema que habían tenido con el auto tras la salida de un boliche de Villa Carlos Paz.
En su declaración, Carmona respondió: "Yo me hago cargo de la muerte de Gabriela, pero me gustaría saber por qué la maté... Si yo hubiese querido matar, mataba antes a los otros dos".
Carmona cometió su segundo crimen en 1988 dentro de la reclusión. Allí le tiró caramelo caliente en la cara de un compañero del penal porque según declaraciones posteriores "impidió que violara a su esposa". Luego le arrojó agua hirviendo a otro preso "mientras dormía porque no había podido matarlo", expresaron fuentes policiales.
Ya en 1994 mató Héctor Vicente Bolea, compañero de prisión, esta vez por una disputa de poder en el penal, más precisamente para tomar el control del pabellón que ambos compartían.
Como era incontrolable, la justicia decidió trasladar a "La Hiena Humana" a un penal en Chaco. Cuando finalmente fue trasladado a esa dependencia, terminó matando a Demetrio Pérez Araujo en 1997, crimen por el cual también recibió una pena por homicidio a cadena perpetua.
En 2022 la jueza de Ejecución Penal N°2 de Chaco, Ligia Duca lo autorizó a las salidas transitorias que tuvieron como consecuencia una nueva muerte: la de Javier Rodrigo Bocalón, una nueva víctima de Roberto Carmona que tal vez sea condenado a su tercera cadena perpetua. El asesino mira la escena del juicio detrás de un cubículo de vidrio totalmente encerrado y resguardado por oficiales del Servicio Penitenciario cordobés.