17 Enero de 2023 10:47
Ciro Pertossi, uno de los ocho acusados de haber matado a Fernando Báez Sosa hace dos años en Villa Gesell, pidió declarar en el juicio que le están realizando a él y sus amigos, y al igual que ayer Máximo Thomsen y antes Luciano Pertossi, sólo intervino para desligarse y aprovechar los vacíos en la reconstrucción de los hechos, para garantizar su impunidad. "El chico que se ve, este chico soy yo", confirmó Ciro en el testimonio que brindó ante el Tribunal Oral Criminal N° 1 compuesto por María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.
"Quisiera aclarar que esa patada no la veo", explicó ante la acusación de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García. "Cuando me doy cuenta de que el chico estaba en el piso no la hago, me freno antes", declaró. El acusado mostraba todo su relato con el mismo puntero de madera que usó ayer su amigo Juan Pedro Guarino para ubicar a los ocho imputados en el lugar donde le quitaron la vida Báez Sosa. "Fíjese que freno la patada", explicó durante la audiencia Pertossi.
Al igual que Thomsen ayer, quien se negó a contestar las preguntas de la defensa en nombre de Fernando Burlando, con el argumento de que no quería responderle a él porque se había referido a su persona como "un hijo de puta", y una audiencia antes Luciano Pertossi, quien sólo habló para decir que la persona que en un video intentaban decir que era él, finalmente no lo era, el testimonio de Ciro fue una demostración más de la estrategia de la defensa que encabeza Hugo Tomei, de sólo hablar cuando les conviene y nunca para aclarar la situación y el devenir de los hechos de aquel fatídico 18 de enero de 2020.
Esto se evidenció cuando Dávila le preguntó al acusado "¿cómo cayó el chico al piso", en referencia a Fernando. "No voy a contestar", aseguró Pertossi. "¿No va a contestar ninguna pregunta?", insistió el fiscal. "No", rechazó el imputado.
Esto no pareció importarle a Dávila, quien volvió a preguntar: "¿Ese fue el momento en el que terminó el ataque y se fueron?". "No voy a contestar. Después no hay nada más que tenga que declarar ni aclarar", precisó Ciro. "Y desde ahora le adelanto que a la parte no le voy a contestar", aclaró. "No tiene sentido continuar con esta modalidad, es un ejercicio innecesario si no va a contestar ninguna pregunta", cuestionó Dávila, antes de que Pertossi se retire al banquillo de los acusados nuevamente.
El testimonio del perito informático
Luego de las definiciones del acusado, la audiencia continuó y así lo hizo también la estrategia judicial de la defensa, dispuesta a oscurecer cualquier punto de claridad que aparezca en la acusación. Por eso llamó a su siguiente testigo, el perito informático Pablo Alberto Rodríguez Romeo."Usted ha sido convocado para hacer un análisis de la prueba digital", comenzó Tomei a interrogarlo. "Hice un análisis de los procedimientos realizados y después un segundo informe con la extracción de los archivos digitales incorporados a la causa", explicó el profesional.
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"La informática es una ciencia que estudia los archivos digitales para poder ser procesados por nosotros", detalló Rodríguez Romeo, quien explicaba su expertise bajo la atenta mirada de Enzo Comelli y Lucas Pertossi. El testimonio también logró los objetivos de la defensa, ya que llevó el testimonio a una concepción muy técnica, lo que logró que los jueces se miren entre ellos, casi sin entender la dinámica que había tomado la declaración.
"Lo primero que me hizo ruido fue que en el allanamiento metieron todos los celulares en un sobre", recordó Rodríguez Romeo. "Y al momento de hacer la pericia la policía habló de nueve sobres distintos", comparó. "El 18 se hace el secuestro de un sobre pero del 18 al 22 no sé sabe qué pasó hasta el 23, que la Policía Federal hace la pericia e informa nueve sobres", continuó el perito. "La Policía Federal dice que conecta el dispositivo y hace la extracción de la información. En ningún momento preciso ni posterior se informa si los teléfonos fueron bloqueados o desbloqueados por un agente judicial", recriminó Rodríguez Romeo, quien confirmó que en este momento "los teléfonos estaban ya sin clave".
Luego procedió a mostrar cómo funciona el sistema UFE, el cual "se usa para extraer la información". Tras la explicación confirmó que "las extracciones no siguieron ninguno de los protocolos, cómo la cadena de custodia en este caso", alegó que "se puede confirmar que la cadena de custodia se rompe desde el inicio".
"Se rompe cuando pasa de un sobre a nueve sobres y hay falta de precisión en la metodología utilizada en las actas", rechazó Rodríguez Romeo. "Ninguno de los archivos incorporados en la causa puede comprobar la integridad del archivo. No puedo confirmar que sea un archivo íntegro", detalló.