Entrevista a Marcela Neirajavier petrarca
Esta vez, nadie la fue a buscar. La propia Marcela Neira se comunicó con BigBang. La madre de Nicolás Silva -el "arbolito" cuya desaparición tuvo en vilo a los argentinos durante 45 días, hasta que el joven apareció muerto en un placar, en avanzado estado de descomposición, en una casa de la calle Venezuela- dijo que quería hablar.
No le entra en la cabeza que Brenda Blanco Rondón, la esposa de Pablo Reyes -el asesino confeso de Nicolás- esté en libertad. "Yo quiero que la mujer de Reyes vaya presa", dice. Marcela está convencida de la complicidad de Brenda. Está convencida de que no actuó un solo asesino, y apunta a la participación de ella en el crimen.
Marcela Neira: dudas y dolor en el diálogo con BigBang.
"Lo que falta es detener a la mujer de Reyes. A mi hijo lo mataron el mismo día, el 4 de octubre, el mismo día en que desapareció, primero de una puñalada y después lo asfixiaron. Y apareció a los 45 días. Estuvo en esa casa, en Venezuela... ¿No sintieron ningún olor en los 45 días en que mi hijo estuvo ahí?", se pregunta.
Neira quiere saber. Tiene, por el momento, más preguntas que respuestas. Por eso va a recurrir a la Justicia. Porque siente que la dejaron afuera y porque siente que el crimen de su hijo -por ahora, en etapa de instrucción, a cargo del juez Marcelo Conlazo Zavalía- tiende a resolverse de la manera más sencilla e intelectualmente menos honesta. ¿Tenemos un culpable? Ya está, listo.
Marcela quiere saber qué pasó con su hijo.
En el video que presenta BigBang, Marcela habla en profundidad, como nunca lo había hecho hasta ahora. Además de sus dudas ("Mi hijo jamás hubiera ido solo a ese lugar: él no iba a la casa de nadie"), expone su dolor: el dolor de una madre que ha perdido a su hijo. Siente que nadie la apoyó, que no se investigó en profundidad, que no recibió ninguna contención luego de la muerte de , y que para colmo, uno o más de los asesinos de su hijo están libres. Por ahora, le apunta sus cañones a Brenda Blanco Rondón, la esposa del asesino confeso, pero sospecha que hay mucho más. Esta es la historia de una mujer que busca justicia y que cree que todavía falta mucho para eso.