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Ropa con sangre y heridas en las manos: las pruebas que complican a los rugbiers asesinos

Diez de los 11 implicados en el homicidio de Fernando Báez Sosa se negaron a declarar. Las pruebas complican más a dos de los agresores. 

20 Enero de 2020 08:58
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Tras negarse a declarar ante la Justicia por el crimen de Fernando Báez Sosa, diez de los once rugbiers acusados por el brutal crimen del joven de 18 años cometido a la salida de un boliche en Villa Gesell pasaron la noche en el penal de Dolores y serán sometidos este lunes a una rueda de reconocimiento. La Justicia logró reconstruir parte de la agresión gracias a videos de cámaras de seguridad y hay al menos tres elementos que complican a los imputados.

Hasta ahora, los fiscales Walter Mercuri y Verónica Zamboni determinaron que tras golpear hasta la muerte al joven de 18 años a la salida del boliche Le Brique, los jugadores del Arsenal Zárate Club se fueron a dormir a la vivienda que habían alquilado en la calle 203, lejos del centro de Gesell. Allí fueron encontrados por efectivos de la Policía el sábado, apenas unas horas después de la brutal golpiza.

Anoche, diez de los once detenidos fueron trasladados a la Fiscalía, donde se negaron a declarar. El restante, Pablo Ventura, fue arrestado el sábado por la tarde en la localidad bonaerense de Zárate, a diferencia de los otros agresores, y podría ser indagado en las próximas horas. Su padre, sin embargo, afirma que el joven se encontraba en la vivienda familiar y que no estuvo implicado en la agresión, y su abogado, Jorge Santoro, adelantó que pedirá la eximición de prisión.

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LOS ELEMENTOS QUE COMPLICAN A LOS RUGBIERS

El fiscal Mercuri confirmó que en la vivienda donde se alojaban los rugbiers acusados por el homicidio de Báez Sosa hallaron una “gran cantidad de elementos de prueba”. Se trata, en su mayoría, de prendas de vestir que se encontraban manchadas con sangre y que coinciden con la vestimenta que se observa en los videos que ya tiene en sus manos la Justicia.

De hecho, al ingresar a la vivienda los efectivos de la Policía encontraron la ropa con manchas de sangre apilada en un sector. También encontraron zapatillas con restos de sangre, que habrían sido las que utilizaron los agresores que patearon al joven de 18 años cuando se encontraba indefenso en el piso y ya lastimado. Esos elementos complicarían puntualmente a dos de los jóvenes.

Además, los médicos constataron varias heridas compatibles con una pelea. Los diez rugbiers detenidos en la vivienda de la calle 203 tenían lastimaduras en brazos y manos. El fiscal Mercuri consideró que hubo al menos dos de los agresores que fueron “coautores” del homicidio, mientras que el resto fueron “partícipes necesarios”, debido a que impidieron que se acerquen a separar la pelea.

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“FUERON CONSCIENTES EN TODO MOMENTO”

Pese a que en la vivienda encontraron una gran cantidad de botellas de bebidas alcohólicas que habrían sido consumidas en la “previa”, antes de asistir al boliche, el fiscal Mercuri afirmó que los rugbiers fueron “conscientes en todo momento de sus acciones”. “Sabían lo que hacían, cuando salieron del boliche fueron directamente a buscar a la víctima”, remarcó.

En este sentido, aclaró que “si hubieran tenido solamente la intención de lesionarlo, cuando Fernando cayó desmayado se hubiera terminado la agresión. Pero continuaron golpeándolo con patadas en la cabeza cuando estaba inconsciente”. De hecho, eso es exactamente lo que se observa en los registros de las cámaras de seguridad de la zona.

De hecho, el fiscal confirmó que le pedirá al juez de instrucción el procesamiento por “homicidio agravado por la participación premeditada de dos o más personas”, un delito que prevé la pena de prisión perpetua.