Una nueva muerte envuelve a la ciudad de Rosario. Un joven de 25 años fue asesinado de un balazo en la puerta de su casa luego de ser atacado por dos personas que circulaban en motocicleta. Con este crimen, la ciudad cuna de la bandera suma 186 homicidios en lo que va del año, una cifra alarmante que desnuda la cruda realidad de un distrito copado por el narcotráfico.
Postal repetida. Las muertes en Rosario atemorizan a toda la ciudad.
Jonatan David Rivarola fue asesinado cerca de las 23.30 cuando ingresaba a su domicilio ubicado en la calle 133 al 300. Una moto con dos hombres lo interceptó, y según describieron testigos del lugar, mantuvieron una discusión con Rivarola y luego dispararon a mansalva. Su caso, es uno más de la larga lista de muertes que mantienen en vilo a toda la ciudad.
Los hombres se desplazaban en una Honda CG Titan color negro y dispararon dos veces en el tórax de Rivarola. Según confirmaron fuentes policiales, uno de los presuntos asesinos, de 38 años, fue detenido.
La subcomisaría 2ª intervino en el caso.
El herido fue trasladado por un hermano, quien había sido alertado por el disparo, al hospital Eva Perón de la vecina ciudad de Granadero Baigorria donde Rivarola falleció minutos más tarde mientras era asistido por la guardia médica.
En el lugar del hecho se secuestró un casquillo calibre 6,35 que forma parte de la investigación. Las autoridades policiales creen que el hecho podría tratarse de un ajuste de cuentas. El asesinato del joven vuelve a poner el eje de atención sobre la inseguridad de la ciudad, que a pesar de la intervención de la Gendarmería no logró frenar el avance de los crímenes.
La gendarmería aterrizó en Rosario hace años para intentar atacar la inseguridad.
Violencia sin fin
Los reportes de la Policía de Rosario son atemorizantes: 186 homicidios en lo que va del año y el número de muertes no se detiene. La realidad social es cruda y el narcotráfico y la violencia se convirtieron en los síntomas más peligrosos que atentan contra la paz de la ciudad.
Narco-ciudad. Rosario es la madre del narcotráfico en el país.
La semana pasado, otro inédito caso tuvo lugar en Rosario. Una familia que volvía de enterrar a José Ramón Casco, asesinado a quemarropa en la puerta de la casa, en el barrio de La Granada, territorio de la banda de los Monos, fue atacada por los propios agresores del fallecido.
Cuando sus familiares volvían tras sepultarlo en el cementerio de Villa Gobernador Gálvez fueron emboscados por los mismos atacantes que iban en moto, los cuales dispararon a la camioneta donde viajaban los parientes: un muchacho de 24 años y dos chicos de 15 fueron alcanzados por las balas. Sufrieron heridas en el omóplato izquierdo, las costillas y en la pierna derecha.