Como si vivieran en guerra: docentes de una escuela de la zona sur de la ciudad de Rosario admitieron hoy que les enseñan a los niños a resguardarse cuando escuchan tiroteos por la alta conflictividad de la zona.
Los maestros señalaron que "los chicos están acostumbrados a que entren balas" en sus casas, como consecuencia de los constantes enfrentamientos que hay en el barrio.
La zona sur de la ciudad de Rosario es escenario de habituales enfrentamientos a los tiros por el control del territorio por bandas de narcotraficantes. La más fuerte es la conocida como Los Monos.
Directivos y docentes de la escuela Nuestra Señora de Itatí, ubicada en el barrio Las Flores, habían realizado marchas en julio en reclamo de mayor seguridad y hoy estaban conmovidos por el crimen de uno de sus ex alumnos a manos de su hermano de 15 años, también estudiante del establecimiento.
En ese marco, los docentes señalaron que hay "casos de mucha conflictividad" en ese barrio de la zona sur de Rosario y apuntaron que "algunas veces" esas situaciones se trasladan a las aulas.
La directora de la escuela, Florencia Sanzón, realizó un crudo análisis de la situación al revelar al portal Rosario 3 que "los más chiquitos de nivel inicial reconocen todo, y en lugar de resguardarse salen a ver qué pasa".
"Eso es lo que les tratamos de enseñar, que cuando hay un conflicto, no salgan, resguárdense", indicó la directiva. Sanzón reveló que sus alumnos "están acostumbrados a escuchar los balazos y que entren balas por la ventana de sus casas".
"A veces los maestros les dicen que (los ruidos que se escuchan en la calle) son las motos, que les recortan el (caño de) escape; pero ellos les responden: 'No, seño, son tiros; a la noche también los escuchamos'", graficó Sanzón.
La directora lamentó que el destacamento policial que se había dispuesto en la zona "ya no lo tenemos más, se quedaron cuatro días después de las elecciones y después se tenían que ir a otro lugar. Van cuando hay un conflicto y después se retiran".
De todas formas, destacó la buena predisposición "del jefe de Policía", de quien tienen "el teléfono directo" y envía móviles ante cualquier situación violenta.