En las últimas horas se hicieron públicos los contundentes detalles de la autopsia de Ezequiel Altamira, el joven atacado en la localidad de Ituzaingó, por un grupo de adolescentes que no sólo intentó robar su celular, sino que además lo golpearon hasta quitarle la vida.
A cuatro años del fallecimiento de Fernando Báez Sosa, se repite la historia: un grupo de jóvenes atacaron brutalmente a su víctima hasta dejarlo inconsciente, luego huyeron hasta una vivienda para cambiarse la ropa que llevaban y así despistar a la policía. Sin embargo, los movimientos de los atacantes quedaron registrados en las cámaras de seguridad.
Los resultados de la autopsia revelaron que la causa del fallecimiento fue una fractura de cráneo a la altura de la sien y un coágulo comprimiendo el cerebro que derivó en una hemorragia interna: "El golpe fue en la región temporal parietal supra mandibular, y eso es lo que le produce el derrame. Esa contusión puede haber sido producto de la patada que le pegan en el suelo o cuando impacta contra el cemento al caer. En el resto del cuerpo sólo hay un raspón en el dedo meñique y otro en la rodilla", detallaron los voceros a los diferentes medios de comunicación.
La causa de muerte se repite en el caso de Fernando Báez Sosa: la autopsia tras su asesinato en Villa Gesell en enero de 2020 reveló que la origen fue un "shock neurogénico" causado por múltiples traumatismos en la cabeza, lo cual provocó una hemorragia intracraneana severa sin fracturas óseas visibles. A diferencia del joven fallecido en la costa argentina, Ezequiel Altamira pudo ponerse de pie luego de la golpiza e ir a dormir a la casa de uno de sus amigos, para ya no volver a despertarse.
Así, con cuatro años de por medio, se repite la crónica de una muerte anunciada: dos jóvenes que salieron a disfrutar de una noche con amigos terminan sin vida por brutales golpes en la cabeza.
El caso
El crimen ocurrió en la madrugada del pasado sábado cuando "Tete", como lo llamaba su familia, salió a bailar con sus amigos al boliche Club Leloir. A la salida, se trasladaron a una plaza ubicada a unos pocos metros y, en un momento, otro grupo de jóvenes se acercó para iniciar el brutal ataque. Esta secuencia fue captada por las cámaras de seguridad de la zona.
Los testigos que circulaban en la zona pudieron identificar a tres de los cuatro atacantes. El primero tiene 19 años, le dicen "Toto" y su apellido es Pedrozo. También fue detenido otro de 14 y otro chico de 17 años que se apellida Maidana. Si bien hay un cuarto sospechoso, señalado como "Mateo", por el momento no fue localizado.
La causa fue caratulada como "homicidio en ocasión de robo", en la que intervino la fiscal María Silvana Bonini, a cargo de la UFIJ N°2 de Ituzaingó, quien ordenó un allanamiento en la casa de la calle Udaondo. Luego del operativo, realizado por la DDI de Morón con el personal de EPDS de Ituzaingó, se llevó se detuvo a los tres jóvenes.