24 Febrero de 2017 07:45
Estuvo 17 días encerrada, drogada y obligada a mantener relaciones sexuales con distintos hombres en una casilla precaria en Tolosa. Todo comenzó como una situación habitual de conocer a alguien y terminó de la peor manera.
Clara Ferrer estaba en Plaza Moreno, en La Plata, junto a su hermana y una conocida. Comenzaron a charlar con dos hombres y éstos las invitaron a tomar algo. Confiadas de que sería un momento compartido sin riesgos, fueron. Se subieron al auto de Pablo Reynoso, de 38 años, y llegaron a la vivienda en Tolosa.
Clara fue drogada y abusada por varios hombres
"Estoy un poco mal y bien a la vez porque estoy con mi familia”, dice Clara a los medios aún sin entender todo lo que vivió y comienza su relato. "Conocimos a Pablo y a su amigo en la plaza. Nos invitaron a tomar algo y fuimos. Nos conocimos y nada más, no había pasado nada entre nosotros. Después nos invita a la casa. Ahí nos ofrece droga y aceptamos. Pero luego, él me drogó a la fuerza. Yo no quería tomar más", explica la joven.
"Conocimos a Pablo y a su amigo en la plaza. Nos invitaron a tomar algo y aceptamos.
Ella se quedó sola en la casa y su hermana y la conocida se fueron con el amigo. "Cuando me quedé a solas con él, me empezó a violar, me golpeaba. Abusaba de mí y me obligaba a consumir y si no me drogaba me pegaba. Luego venía con un balde con agua y me tiraba agua. Yo estaba desnuda sobre un colchón", recuerda Clara.
Luego de esa situación, Reynoso le dijo que no la llevaría a la casa. Tampoco la dejó irse por sus medios. Mientras ella seguía bajo los efectos de la droga, Reynoso llamó a un hombre que también abusó de Clara. Luego la volvió a mojar Reynoso y la drogó.
Clara y Celia solicitan custodia policial.
"Se iba un hombre y luego venía otro. Siempre me obligaban a drogarme. Fueron cuatro o cinco hombres. Los días pasaban y él me seguía drogando", cuenta ante las cámaras. Y sus sospechas es que ella era regenteada por Reynoso y no sería la única víctima.
ESCAPAR PARA SOBREVIVIR
Clara notó que Reynoso se descuidó y dejó la tablet enchufada. La joven esperó a que él se vaya de la habitación para escribirle a su madre por Facebook y le contó donde estaba.
"Cuando en un momento se fue de la casa, vi una tablet que estaba enchufada cargando la batería. Y le mandé un mensaje a mi mamá por Facebook. Le conté todo, borré los mensajes y le pedí que no me escriba", explicó. Y siguió Celia, quien fue la que logró liberar a su hija.
“Ella misma me dió la dirección. Llamaron a mi otra hija a declarar, y la DDI tenía los datos pero no iban a buscar a mi hija porque pensaban que ella estaba ahí porque quería. Todo porque vieron una foto de ella en cuatro, y pensaron que era una zorra”, suma.
En total, Clara estuvo 17 días fuera de su casa y su madre sabía que algo no andaba bien. "Ella era de salir y quedarse en la casa de amigas, pero siempre se comunicaba. Yo hice la denuncia desde un primer momento pero cuando ella pidió ayuda se activó su búsqueda", añade.
"Cuando en un momento se fue de la casa, vi una tablet que estaba enchufada cargando la batería. Y le mandé un mensaje a mi mamá por Facebook para que me ayude
Al llegar a la casa, Reynoso atendió a la policía y a Celia. Negó estar con la joven. Pero Clara, que estaba en una habitación de la casilla semi consciente escuchó la voz de su madre y comenzó a gritar. Asustado Reynoso empuja a los policías y sale corriendo y se da a la fuga.
Celia entró a la casa y rescató a su hija, quien estaba en pésimas condiciones.
"Estaba toda sucia, en mal estado y en un lugar que era un espanto. No le deseo a ninguna mamá pasar por algo así", finalizó.