05 Mayo de 2020 16:48
Diego Quintana es un joven chofer de 32 años de la línea 188 que salvó su vida de milagro, cuando intentó evitar que dos delincuentes -un hombre y una mujer- asaltaran al único pasajero que iba a bordo del colectivo.
La pareja de delincuentes reaccionó de forma violenta y atacó a Diego con un cuchillo que le clavaron en el rostro: el arma le fisuró el tabique y le afectó el paladar.
El hecho ocurrió esta madrugada en la localidad bonaerense de Villa Fiorito, cuando el chofer observó que los dos delincuentes que acababan de subir le cortaron el cuello con un cuchillo casero de gran tamaño al único pasajero que iba a bordo del colectivo, con la intención de robarle el celular.
En ese momento, Diego detuvo la marcha para socorrer a la víctima.
Según Walter Fernández, delegado gremial, la pareja atacó al chofer sin mediar palabra. “Fueron directamente y le clavaron el cuchillo. Fue de una gravedad bastante fuera de lo normal. Directamente vino a agredir y lo atacó de frente”, agregó el sindicalista.Diego tuvo que ser trasladado de urgencia la Clínica Fitz Roy, en Villa Crespo, donde fue operado y su vida ya no corre peligro. “El cirujano me dijo que tiene un Dios a parte”, dijo la mamá de la víctima en diálogo con el canal Crónica.
Debido al hecho, los choferes de las líneas 188, 20 y 421, pertenecientes al grupo DOTA, iniciaron un paro de actividades en reclamo de seguridad. A Diego le clavaron el cuchillo en el rostro, entre la nariz y uno de los ojos, explicaron las autoridades de la empresa. Llegó a conducir unas cuadras y fue asistido por un grupo de policías que lo llevó hasta un centro de salud de Villa Fiorito.
El pasajero herido, en tanto, fue trasladado al hospital Gandulfo, donde también recibió asistencia. La pareja de asaltantes fue detenida cuando escapaba y quedó a disposición judicial. “Es un gran dolor. Tengo 29 años de chofer y estoy decepcionado. No nos cuida nadie. Nos siguen matando”, sostuvo entre lágrimas Fernando, el papá del chofer apuñalado.
Y agregó: “Mi hijo tiene 32 años, tres chicos y tuvo suerte. Cuando me mandaron la foto parecía muerto. Hoy, no llevamos plata y nos siguen cortando los dedos. El gremio no hace nada, 80 mil afiliados y no los cuida nadie”.
Según explicó el hombre, su hijo salió de Palermo a Puente La Noria. “Ellos (los choferes) a la noche levantan gente en Pompeya y desde Pompeya para acá no levantan nada porque pasan por siete villas. Supuestamente (los delincuentes) subieron ahí”, remarcó el ex colectivero.
Sobre el estado de salud de su hijo, Quintana contó que "está bien", que tras el ataque manejó "10 cuadras", aunque no se pudo quitar el solo el cuchillo que le clavaron, que le fue extraído durante una operación que le realizaron esta madrugada en la clínica donde está internado.