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Sándwiches de miga, remedios y la enfermera: Luque en la mira, tras la muerte de Maradona

Ya declararon el sobrino, Pomargo, la cocinera, la enfermera del turno mañana, la psiquiatra, el psicólogo y el vecino que le hizo RCP.

26 Noviembre de 2020 14:34
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A raíz de la muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida durante el día de ayer en su casa ubicada en el country San Andrés, en el partido bonaerense de Tigre, se inició una causa que quedó caratulada como "averiguación de causales de muerte" y quedó en manos del fiscal general de San Isidro, John Broyad; sus dos adjuntos, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y la fiscal de la jurisdicción, Laura Capra, de la UFI de Benavídez.

El motivo es saber las condiciones en las que falleció el astro del fútbol para descartar cualquier cuestión poco clara, por lo que investigarán las circunstancias del deceso. Según pudo saber BigBang, los faciales buscan determinar si hubo algún tipo de negligencia médica en los controles y la asistencia que recibía el ex campeón del mundo luego de haber sido operado en la Clínica de Olivos por un hematoma subdural.

La autopsia realizada en la morgue que la Policía Científica  tiene montada en la parte trasera del Hospital de San Fernando Petrona V. De Cordero y que estuvo a cargo del jefe del Cuerpo Médico de San Isidro, Federico Corasaniti, determinó que el Diez sufrió una "insuficiencia cardíaca aguda, en un paciente con una miocardiopatía dilatada, insuficiencia cardíaca congestiva crónica que generó edema agudo de pulmón".

A raíz de esto, el foco de los fiscales está puesto en poder determinar si la atención médica domiciliaria era la adecuada para un paciente como Maradona y responder la pregunta que se hacen millones de argentinos: ¿por qué nadie lo controló durante 12 horas?. Es que según las testimoniales de las personas que convivían con él en la casa del country San Andrés, el último que lo vio con vida fue su sobrino Johnny Herrera, el martes a las 23.30.

O por lo menos, eso declaró ante los fiscales  hijo de una de las hermanas de Diego y del Morsa, hoy preso en Marcos Paz. Según explicó, recién entraron a la habitación y notaron que algo andaba mal a las 11.30 de ayer, cuando llegaron el psicólogo y la psiquiatra personal del “10” para una visita. En la misma sintonía testificó Maximiliano Pomargo, alias El Pelado, mano derecha y cuñado de Matías Morla; casado con su hermana Vanesa. 

Sin embargo, la enfermera a cargo del cuidado de Maradona, perteneciente a Swiss Medical, sostuvo que escuchó "ruidos de movimiento" en el cuarto del DT de Gimnasia. En ese sentido, este portal pudo saber que la enfermera dijo que "estaba durmiendo, que escucho ruidos, que supuso que era Maradona y se volvió a dormir". Versión que también fue corroborada por otro de los integrantes que se encontraban en el lugar. 

Sin embargo, desde el entorno de los fiscales sostienen que, a pesar de los dichos de la enfermera, en el expediente “no hay dobles versiones” y que todos los testimonios fueron coincidentes en que a Maradona se lo vio por última vez con vida la noche anterior. De hecho, en la causa detallan que en la habitación estaban intactos los sándwiches de miga que la noche anterior le había dejado la cocinera para cenar. 

También se hallaron en la habitación varias cajas de psicofármacos y ampollas de otro tipo de medicamentos, como Taural y Reliveran. En total, ya declararon el sobrino Herrera, Pomargo, la cocinera apodada "Monona", la enfermera del turno mañana, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, un vecino (médico cirujano) que llegó para ayudar y el médico del servicio de emergencias que llegó primero y le hizo RCP.

Además, también se le tomó testimonio a un empleado de seguridad identificado como Julio Coria. En las próximas horas se espera que puedan localizar y hacer declarar también al enfermero que hizo el turno noche y a las 6 de la mañana terminó su turno para ser reemplazo por la del turno mañana, quien sólo contó que escuchó ruidos, pero como no notó nada raro, prefirió “dejarlo dormir”. 

El médico personal de Maradona, Leopoldo Luque, quien fue el que el pasado 11 de noviembre firmó el alta médica para que su paciente abandone la Clínica Olivos, pese a las recomendaciones médicas, donde había sido operado de un hematoma subdural en la cabeza, todavía no fue citado a declarar como testigo porque justamente, al ser el máximo responsable de la atención médica del ex futbolista, su actuación está bajo la lupa.

La justicia ya mandó a secuestrar la historia clínica, con la cual se buscará determinar si Maradona realmente necesitaba la intervención quirúrgica que se realizó el pasado 3 de noviembre. Al Diego se le había descubierto un hematoma subdural -producto de un golpe en la cabeza-, luego de la tomografía que le fue realizada en la clínica Ipensa de La Plata, donde estuvo internado a causa de "un bajón anímico que afectó su alimentación",

Si bien los profesionales a cargo de la Clínica de Olivos aconsejaban que Maradona debía permanecer algunos días más en internación y constante observación, por estricto pedido de Maradona y orden de Luque, fue trasladado a la casa ubicada en un country de Tigre especialmente acondicionad apara su supuesto cuidado. Para salir del nosocomio, Maradona tuvo que firmar un documento en el que desligaba de toda responsabilidad a la Clínica. 

Según los especialistas, entre un 80 y 90% de los pacientes operados por un hematoma subdural presentan mejoras luego de la cirugía, aunque la recuperación total puede ser prolongada y hasta incompleta. Además, los pacientes pueden necesitar algún tipo de droga para controlar o prevenir durante un año síntomas como la amnesia, ansiedad, problemas para dormir y dificultades de atención.

Con la autopsia y los testimonios, que ya forman parte del expediente, la justicia buscará ver si hubo algún tipo de responsabilidad. Si llega a haberla, Luque podría ser imputado y, si no, a su momento será llamado como testigo. “Si bien se investigará la actuación médica, lo cierto es que de todos los testimonios volcados en la causa también queda claro que Maradona era un paciente difícil, que no se dejaba tratar”, remarcaron. 

El abogado Matías Morla, quien era el actual representante del excapitán de la selección, afirmó hoy en un tuit que “es inexplicable que durante 12 horas” Maradona “no haya tenido atención ni control por parte del personal de la salud abocado a esos fines”, denunció que “la ambulancia tardó más de media hora en llegar” a la casa y anunció que va a pedir que “se investigue hasta el final de las consecuencias”.

Según consta en la causa, a Diego se lo halló "sin signos vitales" y se le realizó diferentes maniobras de RCP, que contaron con la inyección de adrenalina directamente en su corazón, durante más de 30 minutos. Por ahora, el equipo de fiscales no tienen planeado citar a Morla a declarar como testigo y aclararon que por el momento "no representa a nadie en la causa judicial".