Por primera vez en la causa, Nicolás Pachelo -ex vecino del country Carmel de Pilar donde fue asesinada María Marta García Belsunce- será indagado hoy como sospechoso.
Pachelo, quien declarará hoy, es un ávido jugador de póker.
La audiencia será hoy a las 10 en la sede de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar. Allí, Pachelo será interrogado por los fiscales María Inés Domínguez y Andrés Quintana, quienes lo imputaron por "robo agravado y homicidio criminis causa".
El abogado del acusado, Roberto Ribas, también solicitó la presencia del juez de Garantía 1 de San Isidro, Ricardo Costa. Aunque es un hecho inusual, el Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires lo contempla aunque especifica que las declaraciones a imputados son dirigidas por los fiscales.
Se espera que la indagatoria a Pachelo sea extensa y minuciosa, tal como sucedió con la de su ex esposa Inés Dávalos, quien el 13 de octubre declaró durante nueve horas.
El acusado ya postergó dos veces su presentación ante los fiscales: el 17 de octubre su abogado estaba de viaje y, para el segundo llamado del 3 de noviembre, Ribas presentó un pedido de nulidad que aún no fue resuelto.
Las razones detrás de la acusación
La Justicia decidió llamar a prestar declaración indagatoria a Pachelo y Dávalos Cornejo a principios de octubre como supuestos autores del homicidio cometido el 27 de octubre de 2002.
Quintana y Domínguez efectivizaron la citación un mes después de que el Tribunal de Casación bonaerense absolviera al viudo Carlos Carrascosa del asesinato y del encubrimiento.
Carrascosa resultó absuelto del crimen de su esposa.
Fuentes judiciales ligadas al voluminoso expediente García Belsunce -que ya cuenta con 42 cuerpos-, indicaron que en estos nueve meses de trabajo los fiscales "tienen fundadas sospechas de que Pachelo y Dávalos estaban dentro del country al momento del crimen" y que la hipótesis que apuntaba al vecino sospechoso no fue investigada como era debido por el fiscal original del caso, Diego Molina Pico.
El llamado a indagatoria de la pareja -actualmente separada- fue sin pedir sus detenciones, al considerar que siempre estuvieron a derecho en el expediente.
María Marta fue asesinada en su casa del country Carmel.
En el mismo dictamen, los fiscales dejaron sin efecto las citaciones a indagatoria que en 2011 había formulado los fiscales Leonardo Loiterstein y Daniel Márquez, para la hermanastra de María Marta, Irene Hurtig y el vigilador José Ramón Ortiz.
Si bien el llamado a indagatoria de los fiscales no presentó una fundamentación -que sí deberá aparecer en caso de que en un futuro se pida la prisión preventiva o el juicio oral para los sospechosos- fuentes de la investigación revelaron que una de las claves de las sospechas en torno a Pachelo y Dávalos consiste en el horario del crimen.
A raíz de una declaración clave del médico forense que hizo la autopsia, Héctor Moreyra, se pudo establecer las 18.30 como el horario en el que fue asesinada la socióloga y no más cerca de las 19, que era la hora a la que siempre le apuntó el fiscal Molina Pico.
De acuerdo a las constancias que hay en la causa de los videos de las cámaras de seguridad, aquel día Pachelo regresó de jugar al fútbol en un torneo intercountries a las 17.34 en su camioneta Ford Ranger y a las 18.59 -29 minutos después de la nueva hora del crimen-, se lo ve retirarse por la salida de las visitas, con un Fiat Siena y acompañado de un menor, y recién vuelve al Carmel a las 0.49 de la madrugada siguiente con ese mismo auto.
Los fiscales también analizaron los registros de los llamados que hizo Pachelo desde que salió de Carmel hasta que llegó a Capital Federal, donde según su histórica coartada fue a pasear con uno de sus hijos y su madre a un shopping y luego esperó que su mujer regresara de un recital de Diego Torres para volver al country.
De acuerdo a lo que declararon criminalistas, el autor de los seis balazos sobre la cabeza de María Marta tuvo que salir del lugar manchado de sangre y ese dato lo van a unir a una declaración que existe en el expediente del periodista Jorge Lanata respecto a que Pachelo le reconoció que la tarde del crimen había lavado su ropa.
Pachelo estaba en el country cuando se produjo el homicidio.
Además, hay testigos de una cafetería de una estación de servicio de Pilar que declararon que a pocas horas de la muerte de María Marta, lo escucharon a Pachelo preguntar: “Che, ¿saben algo de la mujer que mataron en el country?”, cuando a esa altura sólo se hablaba de una muerte accidental en la bañera y no de un homicidio.
En el caso de Dávalos, la testigo que la compromete es Nora “Pichi” Burgues de Taylor, amiga del matrimonio Carrascosa y ex imputada en la causa, quien declaró que vio salir detrás de los médicos de la ambulancia a una mujer vestida con un ambo rosa.
Bugues de Taylor hizo un identikit de esa mujer apodada “la Dama de Rosa” y sus rasgos son similares a los de Dávalos, por lo que sospechan que la ahora sospechosa pudo estar escondida en la escena del crimen hasta que vio la oportunidad para irse.
Suicidios y drogas
Quintana y Domínguez revisaron además las causas del suicidio de Roberto Pachelo, padre del sospechoso, ocurrido en enero de 1996 en una tosquera de la que era dueño en Pilar y la del suicidio de su madre Silvia Ryan que en 2003 se tiró de un piso 11 en el barrio de Retiro.
También analizaron la causa por la que Pachelo acordó en un juicio abreviado en Capital Federal una pena de cuatro años de cárcel por una serie de robos en las casas de sus amigos y que lo llevó un par de años a la cárcel desde mayo de 2004.
El año pasado, Pachelo fue detenido por la Policía Federal en una quinta de General Rodríguez en el marco de una causa federal por narcotráfico en la que está acusado de ser uno de los dealers en las “Quinta Fest”, fiestas electrónicas VIP y privadas que se hacían en casaquintas del conurbano y donde se vendían drogas sintéticas.