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Schillaci, a nueve meses de la fuga: "Fui ladrón, pero no soy narco ni sicario"

El condenado por el triple crimen de General Rodríguez dijo que a veces tiene ganas de morirse. "No maté ni secuestré a nadie", le confesó a BigBang.

15 Septiembre de 2016 15:22
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En la sala de visitas del pabellón Ingreso B del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza se vive un clima de alegría. Los presos hablan con sus familiares, toman mate, escuchan música, se cuentan novedades familiares. Pero en un rincón, sentado a una pequeña mesa, con un mate, medio paquete de galletitas sin sal y un pedazo de membrillo, un hombre está ensimismado. Como si estuviese en su propio mundo. 

En el papel que tiene entre sus manos hay una frase que tiene le peso de una sentencia: "Usted recién podrá pedir la libertad condicional en 2047". Víctor Schillaci, uno de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez que se fugó de la cárcel de Alvear el 27 de diciembre de 2015, está deprimido.

-A veces no tengo ganas de vivir.

Eso le confiesa a BigBang durante el encuentro en la cárcel de Ezeiza. Schillaci se fugó con sus amigos Martín y Cristian Lanatta, también detenidos en Ezeiza, pero en otros pabellones. 

Schillaci, detenido en Ezeiza.

"Estoy mal, no quiero perder la vida acá. Yo no maté a nadie. No hay pruebas. Es cierto que por esa época estaba mucho con Martín (Lanatta), pero no secuestramos ni matamos a Forza, Ferrón y Bina. Esta causa está armada. No pienso pagar por algo que no cometí", le dijo Schillaci BigBang.

"A veces no tengo ganas de vivir

Las frases más importantes de Schillaci:

"No doy más. Cuando me dicen que no voy a poder salir hasta 2047 me quiero morir. No me dan ganas de vivir, ni de levantarme de la cama".

"Sólo vi a Forza una vez, porque hablaba con Martín (Lanatta). No hice nada. No hay ni una prueba en mi contra. ¿Me quieren condenar por ser amigo de Martín? Además él tampoco tuvo nada que ver".

"En la fuga vivimos cosas increíbles, como una película. No salimos a matar, nos defendimos, lo que es distinto".

"No tengo idea quién mató a Forza, Bina y Ferrón. Estoy ajeno a todo ese caso. No sé por qué me metieron en esto". 

"Yo fui el encargado de manejar durante la fuga, que duró dos semanas. Hubo momentos en que no teníamos qué comer ni qué tomar. Nos mareábamos y no podíamos mantenernos en pie".

"Lo confieso: fui ladrón, pero nunca secuestré ni maté a nadie. No soy sicario ni narco".

"Hablan de la efedrina, y yo ni siquiera sé lo que es la efedrina. No tomo alcohol ni me drogo"

Una vida al límite

Schillaci ya no amenaza con prenderse fuego ni se queja por las condiciones de detención.  Al igual que sus compañeros acusó a Aníbal Fernández de estar detrás del triple crimen de General Rodríguez. "Está metido en todo esto, en el crimen y en la fuga. Hay gente muy pesada. Soy inocente, no maté a nadie. Si me llega a pasar algo a mí o a mi familia, fue la gente de Aníbal", afirmó .

Los Lanatta y Schillaci acusan a Aníbal Fernández por el triple crimen y la triple fuga.

"¿Si lo conozco a (Ibar) Pérez Corradi? Sí, lo habré visto alguna veces porque quería poner un negocio con Martín (Lanatta), pero no era nada raro. Se va a demostrar que somos inocentes, todo esto está armado. No hay ni una sola prueba en nuestra contra. Ojalá que Corradi pueda aportar más cosas a todo esto, lo importante es que se sepa la verdad", dijo Schillaci.

Aníbal volvió a ser apuntado por uno de los tres protagonistas de la cinematográfica fuga.

Además acusó a Aníbal Fernández de idear la triple fuga. "Nos hizo sacar con su gente para hacernos una emboscada. Nos quería sacar del medio", dijo.

Schillaci sigue detenido en Ezeiza.

Triple fuga de película

El paso voraz y fugitivo de Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta por los pueblos de Santa Fe dejó huella. Tiroteos, huidas y escondites. Dos policías bonaerenses y dos gendarmes heridos. Y una recaptura de película.Hace dos meses, Schillaci escribió una carta desde el penal de Ezeiza. "Le agradezco a la gente que nos dio un vaso de agua o un plato de comida", dijo.

 

Esta es la carta:

"En primer lugar les quiero pedir MIL PERDONES por los daños que causamos, ya que no fue adrede si no que veníamos corriendo de unos leones hambrientos. Que lo único que buscaban eran nuestras vidas para callar muchas cosas que la justicia y la sociedad todavía no saben. Y en segundo lugar quiero dar LAS GRACIAS A LA GENTE que nos ayudo con un plato de comida, o una botella de agua fría y también quiero dar LAS GRACIAS al grupo T.O.E al que nos entregamos confiando que no estaban en complot con los leones hambrientos. Quien escribe estas líneas, Schillaci Víctor Gabriel. Desde ya, mil perdones...".

La unidad TOE (Tropa de Operaciones Especiales) es el grupo policial de Santa Fe que logró detener a los tres prófugos.

Schillaci le agradeció a los policías que lo detuvieron.

Schillaci estuvo prófugo durante dos semanas. Lo detuvieron junto a Cristian Lanatta en Cayastá, un pueblo santafesino que se hizo famoso durante la gran cacería policial impulsada por más de 800 uniformados.

Recuerdo polémico de los tres prófugos tras su paso por Cayastá.

 

Hace tres meses, BigBang había logrado una entrevista exclusiva con Cristian Lanatta en la que denunciaba que había un plan para matarlos. Schillaci coincide con su compañero.

Schillaci (derecha) junto a Cristian Lanatta el día de la recaptura en Santa Fe.

Fuga increíble

El 27 de diciembre de 2015, Schillaci se fugó con los Lanatta de la cárcel de General Alvear. Estuvieron dos semanas prófugos. “Los tres” cayeron en Santa Fe después de días de escape y furia en los que hirieron a tiros a dos policías bonaerenses y a dos gendarmes.

Así fue detenido Schillaci junto a Cristian Lanatta en Santa Fe.

Los tres fueron condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ocurrido el 13 de agosto de 2008 y cuyas víctimas fueron Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Diego Ferrón

Del triple crimen a la triple fuga. “Somos inocentes”, juran los condenados.

“La prensa dijo muchas cosas que no eran ciertas. Corrimos mucho peligro y estamos vivos de milagro. No hay pruebas en nuestra contra. Cada día que pasa lucho para que se sepa la verdad, pero no es fácil. En la fuga no quisimos matar a nadie, pero teníamos que escapar como sea. ”. Eso dice Schillaci, a casi nueve meses de la fuga que conmocionó al país.