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Se cumplió el mayor temor de Nahir Galarza: a dónde la trasladan y el ajuste de cuentas tumbero

La joven de 19 años fue condenada a perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo.

04 Septiembre de 2018 08:28
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Después de once audiencias, el Tribunal de Gualeguaychú -compuesto por los jueces Arturo DumónMauricio Derudi y Alicia Vivian- condenó a Nahir Galarza a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo, el joven de 20 años que fue asesinado de dos balazos en la madrugada del 29 de diciembre.

Nahir Galarza tiene 19 años. Fue condenada a perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo.

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La joven permanece detenida desde el lunes 1° de enero en la Comisaría de la Mujer de Gualeguaychú. Las dos noches anteriores debió pasarlas en el Hospital Centenario, luego de descompensarse al culminar la declaración en la que se quebró y confesó ante el fiscal: “Sí, fui yo; lo maté yo”.

Fernando fue asesinado a sólo tres días de cumplir 21 años.

Después de ocho meses, la Justicia resolvió que sea trasladada la semana que viene al penal de máxima seguridad de Paraná, uno de sus mayores temores. Ahí está detenida la mujer de Claudio Marcelo Cañete, el narco al que el padre de Nahir acribilló con una escopeta el sábado 20 de septiembre de 1996 en la ciudad de Concordia, durante un operativo encubierto.

Sol Martínez, ex amiga de Nahir, declaró en el juicio y la complicó.

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Los papás de Nahir declararon en el juicio y alegaron que su hija sufría violencia de género.

Una sangrienta paradoja del destino quiso que Nahir naciera dos años después. La asesina de Fernando llegó al mundo mientras su padre, un efectivo policial de la provincia, estaba sentado en el banquillo de los acusados.

En su momento, la fiscalía solicitó una pena de diez años de prisión por homicidio simple al considerar que Galarza tuvo una “reacción desmedida”. Sin embargo, la Justicia lo absolvió alegando que el homicidio había sido en el marco de una “legítima defensa”.

El penal granja de Gualeguaychú al que Nahir quería ir / Gentileza: El Día

La causa se cerró y, aunque desde el entorno de los Galarza aseguran que vivieron durante muchos años amenazados -y que incluso llegaron a arrojarles una granada a su casa-, la familia siguió su vida en Gualeguaychú. Tres años después, Yamina Khor volvió a dar a luz. Esta vez, era un varón.

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El asesinato de Fernando volvió a poner al apellido Galarza en la sección policial de los diarios locales. Y la noticia, claro, llegó rápido a oídos de la familia de Cañete. Después de 19 años, regresaba el apellido marcado con sangre, aunque ahora en un homicidio diferente.

Nahir deberá cumplir su condena -todavía en suspenso- en la misma prisión en la que se encuentra recluida la mujer de Cañete. Según el entorno de los Galarza, su preocupación es que ocurra una “devolución de gentilezas” carcelaria.

Nahir Galarza y Fernando Pastorizzo estuvieron más de cuatro años juntos.

Lo que buscaron sus abogados fue que fuera derivada a la granja penal N°9, conocida como “El potrero”, que se emplaza a la vera de la ruta 136. Se trata de un predio de 50 hectáreas donde se emplazan los edificios de talleres, aulas, espacios recreativos y oficinas administrativas que constituyen el poco tradicional penal.

Sol, la ex amiga de Nahir, durante su declaración en el juicio.

Pero no cualquiera es derivado al “Potrero”. Se trata de un penal en el que la mayoría de los reclusos fueron condenados por “delitos menores” o ya cumplieron más de la mitad de su condena y demostraron que están aptos para vivir bajo un régimen de menor control, como paso previo a su liberación.

La última carta que tiene ahora es solicitar un acuerdo entre el sistema carcelario de Entre Ríos con otros, como el Federal o el de Buenos Aires, para cumplir su condena fuera de su provincia.

Una de las últimas fotos de Fernando: se pueden ver los golpes en su rostro.